- Sergio Villanueva-Meyer, BArq, MScBC
- LEED AP BD+C
svillanuevameyer@gmail.com
Hay desastres naturales como los terremotos, que en pocos segundos pueden destruir una ciudad entera y hay otros no naturales como las guerras, que pueden durar décadas, destruyendo con intención.
Los países menos desarrollados como en el sub-Sahara tardan más en recuperarse, habiendo factores de recuperación que se debe considerar para evitar caer en un ciclo de desastre-reconstrucción-desastre. Esto es común en zonas de avalanchas en países con menos recursos, a veces por factores como la falta de planeamiento, la corrupción o la informalidad.
El efecto del huracán María en Puerto Rico sigue siendo un tema de actualidad en el mundo. A la recesión de 11 años y a una deuda cuantiosa se vienen a sumar dos de los huracanas más potentes registrados. La destrucción, el sufrimiento y la pérdida son una realidad que hay que afrontar. Por otro lado, puede ser alentador el que hoy día tengamos herramientas y tecnología para mejorar la resiliencia de infraestructura de Puerto Rico en preparación al futuro. Científicos, institutos, filántropos y hasta celebridades están trabajando juntos para lograr las mejores soluciones para una recuperación pronta y un futuro próspero para la isla. Como mencionado por el Presidente de la Asociación de Constructores, Ricardo Álvarez Díaz, “el saldo de María tiene que convertirse en un despertar para reconsiderarlo todo”. Puerto Rico cuenta con excelentes profesionales dentro y fuera de la isla, ingenieros, arquitectos y planeadores urbanos con el conocimiento y herramientas para diseñar pensando en un futuro sostenible. En marzo de 2017, el Instituto Americano de Arquitectos público un ¨handbook¨ para Asistencia de Desastres que es un buen recurso para construir estructuras resistentes y sostenibles en el tiempo. El acceso a estos recursos, entre otros, para la reconstrucción, debería facilitar la toma de decisiones adecuada para reducir el riesgo de pérdidas materiales y de vidas en el futuro. No hay una solución rápida, pero las decisiones que ocurren al inicio (ahora) repercuten por décadas y tienen un gran impacto en la calidad y velocidad de la recuperación. Poco a poco va llegando el agua y la luz, pero es importante reconsiderar estos sistemas de suministro. Hemos escuchado propuestas interesantes de grandes emprendedores como Elon Musk con propuestas de energía solar. No es lógico que solo el 2% de la electricidad de la isla provenga de fuentes renovables. El gobernador ya estableció una ambiciosa meta de un 25% de la generación de electricidad producida por energías renovables. Es una propuesta interesante en una isla donde el 72% de la electricidad proviene del petróleo, cuyo valor puede depender de intereses económicos externos.
En comparación a otras naciones golpeadas por desastres naturales, Puerto Rico tiene ventajas y oportunidades si consideramos los siguientes factores de velocidad de recuperación: la autoridad (liderazgo y gobierno), la toma de decisión en la ventana de oportunidad, el planeamiento, las finanzas (provisión de recursos de reconstrucción) y la ciencia e ingeniería (para informar la toma de decisiones). Al fin y al cabo, el éxito de la recuperación está al alcance de Puerto Rico.
Como dijo el célebre literato Octavio Paz: ¨La arquitectura será el testigo insobornable de la historia, porque no se puede hablar de un gran edificio sin reconocer en él al testigo de una época, su cultura, su sociedad, sus intenciones…¨.