Síndromes autoinflamatorios en niños

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Maricarmen López Peña, MD, FACR
Reumatóloga Pediátrica
Ex Presidenta, Asociación de Reumatólogos de Puerto Rico

Los síndromes autoinflamatorios agrupan diversas enfermedades que tienen como síntoma común los episodios inflamatorios espontáneos, caracterizados por fiebres recurrentes, entre otros hallazgos. La inflamación no es una respuesta a bacterias ni virus, ni es guiada por anticuerpos o antígenos. Antes se les denominaba síndromes de fiebre periódica porque los síntomas recurren en intervalos. La periodicidad de la fiebre varía dependiendo de la enfermedad.

Dentro de las enfermedades autoinflamatorias destacan: La fiebre mediterránea familiar (FMF), el síndrome de hiperinmunoglobulinemia D (hiper-IgD, HIDS), las criopirinopatías (CAPS), el síndrome de fiebre periódica, la estomatitis aftosa, la faringitis, la adenitis cervical (PFAPA) y la deficiencia del antagonista de receptor IL-1 (DIRA), de reciente descripción, entre otras.

A continuación discutiremos brevemente algunas de estas enfermedades:

La fiebre mediterránea familiar (FMF)

La FMF es una condición autoinflamatoria en la que, usualmente, los pacientes tienen episodios de fiebre, serositis y erupción erisipeloide en las extremidades inferiores. Estos episodios duran de 24 a 72 horas.

La causa es una mutación en el gen MFEV que lleva a una deficiencia de pirina y, eventualmente, a un aumento en la actividad de IL-1B y en la respuesta inflamatoria. Los pacientes responden bien a terapia con colchicina y pueden responder a antagonistas de IL-1 (como anakinra, canakimumab o rilonacept).

El pronóstico es variable, pues a largo plazo estos pacientes, de no ser tratados, pueden acumular la proteína amiloide en órganos como el riñón y llevar esto al fallo renal.

Síndrome de hiperinmunoglobulinemia D

En HIDS los pacientes tienen niveles altos de IgD en momentos activos de inflamación; sin embargo, los niveles normales de IgD no excluyen el diagnóstico. Además, presentan fiebre, artralgia, erupciones en la piel y serositis. La duración de los síntomas es algo más larga que en la FMF. En pruebas de laboratorio puede haber aumento en ESR, CRP y leucocitos, así como elevación de ácido mevalónico en la orina.

En el HIDS encontramos un error en el gen de mevalonate quinasa (MVK), que actúa en la biosíntesis del colesterol. En este síndrome, el aumento de ácido mevalónico eleva la respuesta inflamatoria a través de IL-1B. Estos pacientes no responden bien a tratamiento con colchicina. Se utilizan estereoides y antagonistas de IL-1.

Las criopirinopatias (CAPS)

CAPS incluyen tres enfermedades parecidas en su presentación pero que varían en su severidad: el síndrome familiar autoinflamatorio por frío, el síndrome de Muckle-Wells y NOMID, que es la forma más severa y desde el nacimiento. La causa es una mutación en el gen de pirina que produce aumento en IL-1B e inflamación. Los síntomas son fiebre, urticaria y compromiso articular, ocular y, en la forma severa, cambios neurológicos.

De no tratarse, puede llevar a deformidad articular y meningitis ascéptica crónica. El tratamiento es con antagonistas de IL-1; canakimumab está aprobado por FDA para estas condiciones. El pronóstico mejora con la intervención temprana.

Comentario

Los síndromes autoinflamatorios son un grupo diverso de enfermedades que producen inflamación espontánea mediada por IL-1B. Los hallazgos genéticos vienen siendo un gran avance en el conocimiento y tratamiento de estas enfermedades.

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