Esquizofrenia infantil
La esquizofrenia es uno de los trastornos de salud mental más complejos, crónicos, severos e incapacitantes que existe. Está caracterizada por pensamientos distorsionados, sentimientos extraños y conducta poco usual.Incidencia y factores relacionados
Es una enfermedad psiquiátrica poco común en los niños y es muy difícil de reconocer en sus primeras etapas. Salvo pocas excepciones, muchos estudios sugieren que es raro que la esquizofrenia se inicie antes de los 6 años de edad. La aparición repentina de los síntomas psicóticos de la esquizofrenia suelen producirse en la mitad o en la última etapa de la adolescencia. Los datos estadísticos indican que el trastorno afecta al 1% de la población. Un niño que tiene una familia donde existen una o más personas esquizofrénicas tiene una mayor probabilidad de desarrollar el trastorno que un niño que nace en una familia sin antecedentes de esquizofrenia. La esquizofrenia infantil es más frecuente en varones, en una razón de 2 a 1. Con el aumento en edad, esta proporción tiende a emparejarse.
En estos pacientes se ha observado un desorden del neurodesarrollo con lesiones tempranas en el sistema nervioso central que afectan el proceso de maduración normal y que está asociado con un deterioro en el desarrollo temprano del lenguaje y las funciones cognoscitivas, sensoriales, motoras y sociales. Complicaciones perinatales, alteraciones en la estructura y tamaño del cerebro, anomalías físicas menores y disrupción del desarrollo neural fetal, especialmente durante el segundo trimestre del embarazo, se correlacion con una mayor incidencia de la esquizofrenia. Alteraciones tempranas en la función del cerebro se presentan años antes del inicio de la psicosis. Los estudios de neuroimagen han demostrado pérdida de materia gris observada en la corteza temporal superior y prefrontal y agrandamiento progresivo de los ventrículos laterales.
Síntomas
La esquizofrenia infantil causa alucinaciones amenazantes y pensamientos raros, temerosos y confusos. Las alucinaciones más frecuentes son las auditivas (80%) e incluyen alucinaciones de persecución, de comando, etc.
En cerca de la mitad de los casos se presentan ideas delirantes y estas pueden incluir preocupaciones somáticas, ideas de referencia, persecución o paranoia, e ideas religiosas o de grandiosidad, según la Organización de Salud Mental Internacional.
Estos niños suelen estar tan consumidos en sus alucinaciones al punto que descuidan o abandonan deberes diarios normales como bañarse, comer o lavarse los dientes. Presentan comportamiento desorganizado o catatónico, cambios graduales de conducta, cambios extremos de estado de ánimo y tienden a carecer de expresión facial. Generalmente imitan a otras personas repitiendo lo que ellas dicen o copian sus gestos.
Algunos pueden presentar extrema resistencia al cambio y pueden negarse a seguir instrucciones o cumplir con la autoridad. Pueden presentar dificultad en distinguir entre la realidad, y los sueños. Es común que a estos niños le desagraden repentinamente las actividades que antes disfrutaban y pierdan interés en la vida, presentando retirada social y aislamiento. Tienen dificultad en relacionarse con otras personas y frecuentemente no saben qué es correcto decir en ambientes sociales o desconocen la forma apropiada de comportarse entre pares. Su pensamiento es desorganizado y carecen de habilidad para hablar claramente y concisamente. Tienen problemas con la concentración y la memoria.
Diagnóstico temprano y diferencial
La esquizofrenia en etapas muy tempranas es difícil de reconocer, ya que los niños carecen de habilidades del lenguaje o de conceptos de realidad propios de los adultos. Es complejo diferenciar las manifestaciones tempranas de esta enfermedad de lo normal.
En la etapa preescolar, es común ver amigos imaginarios o tener pensamientos mágicos o irracionales y asociaciones laxas. Estas pueden ser manifestaciones tempranas de esquizofrenia infantil. Pero, en los niños normales disminuyen de frecuencia después de los seis o siete años de edad. Las alucinaciones visuales y táctiles son transitorias y benignas en niños preescolares en momentos de estrés y ansiedad.
También, algunas creencias religiosas y culturales pueden ser malinterpretadas como posibles síntomas psicóticos y ser sacados del contexto. Factores culturales, del desarrollo e intelectuales deben ser tomados en cuenta en la evaluación, así como otros probables diagnósticos psiquiátricos.
Tratamiento
Por ser un trastorno complejo, su tratamiento debe ser multifacético. Hay consenso en el uso simultáneo de fármacos antipsicóticos y de terapias psicológicas con un enfoque en las necesidades sociales, educativas y culturales que el niño y su familia necesitan. El monitoreo clínico de la efectividad y de los efectos secundarios de los fármacos es necesario.
Conclusión
Las anormalidades en el desarrollo temprano del cerebro observadas en los niños esquizofrénicos pueden determinar la competencia funcional global en la vida posterior. Por ende, es importante reconocer e identificar los síntomas tempranamente, establecer el diagnóstico e intervenir con un tratamiento eficaz.