ARTE
El Dr. Ferdie Pacheco: “The Fight Doctor”
El Dr. Ferdie Pacheco es un hombre renacentista, polifacético y exitoso en cada una de las actividades que ha desarrollado, aunque su fama estará siempre vinculada a Mohamed Alí, con quien compartió la esquina del ring por 17 años.Farmacéutico, médico, analista de boxeo, escritor, crítico de cine, conferencista y pintor, a quien los aficionados del boxeo conocen como “The Fight Doctor”, posee una agudeza cómica en su fuerte personalidad, y siente debilidad por los coches antiguos, como el Cadillac convertible de 1947 que usa ahora para pasear por Miami.
Nació en Tampa en 1927 en el seno de una familia con raíces españolas. De la mano de su padre, farmacéutico cubano, entró al mundo de la medicina. Además, se entretenía haciendo caricaturas y dibujos, gracias a los cuales costeó parte de sus estudios. Hoy, es mundialmente conocido por sus cuadros coloristas, retratos y escenas costumbristas de Tampa, de una originalidad única. Es muy fácil identificar un “Pacheco”. Nadie pinta como él.
Estudió en las universidades de Florida y Miami, donde se graduó de médico. Poco después abrió una pequeña clínica en Overtown, la sección más pobre de Miami, donde pasaba consulta, generalmente gratis, a las minorías desvalidas. Allí conoció, en 1962, a Casius Clay (más tarde Mohamed Alí), a través de su manager Angelo Dundee. Así, unos días antes de la pelea por el título mundial, Dundee le pidió a Pacheco asistir a Mohamed Alí, adhonorem, en su esquina.Alí ganó la pelea, convirtiéndose en campeón y el Dr. Ferdie Pacheco pasó a ser conocido desde entonces como “The Fight Doctor”.
Con Alí vivió experiencias inolvidables. Dado el castigo corporal que había recibido Alí a través de su carrera, Pacheco le pidió que se retirara. Ante la negativa, decidió que era el momento de retirarse él mismo para no ser testigo directo de la enfermedad de Parkinson que ya se atisbaba en el horizonte. Además de asistir a otros 12 campeones, Pacheco atendía gratis a todo boxeador del 5th Street Gym de Miami, lugar icónico de entrenamiento y reunión de los púgiles y campeones de esa época. Fungió como analista de boxeo para grandes cadenas televisivas. Llegó a ganar un premio Emmy y a ser incluido en el Salón de la Fama del boxeo.
Cuidaba ante todo de la seguridad del boxeador y exigía una ambulancia y la presencia de un doctor en el recinto. Además, fue el responsable de que se añada una cuerda al cuadrilátero para que un púgil no cayera del ring. Una vez que puso punto final a este periodo, le sucedió otro literario. Publicó 14 libros, ensayos y artículos, y realizó infinidad de conferencias.
Este polifacético hombre ha tenido como inspiración y generatriz de sus proyectos a su esposa, Luisita, quien destacó como bailarina de clásico español y flamenco, y más tarde como fotógrafa, además de ser su manager, y de dirigir su prolífica carrera, cuyo colofón ha sido la pintura, de la que vive en la actualidad mi querido amigo Ferdie Pacheco.