Influenza: Complicaciones, riesgos y prevención
Uno de los problemas de salud más comunes en todo el mundo, en especial en la época de invierno, es la influenza. Sus síntomas suelen pasar rápido, pero pueden llevar a complicaciones serias, en especial en personas en mayor riesgo o con enfermedades concomitantes. Es importante definir este grupo de pacientes y las complicaciones posibles para tomar las medidas preventivas del caso.
Aspectos generales
La influenza es una enfermedad que suele producir síntomas respiratorios agudos, y es causada generalmente por influenza virus A o B. Ocurre en brotes y epidemias a nivel mundial, especialmente en la temporada de invierno. Se presenta con síntomas en el tracto respiratorio alto y con un cuadro sistémico de malestar general, dolor de cabeza, fiebre y debilidad. A pesar de ser una enfermedad aguda y de corta duración, está relacionada con un alto nivel de morbilidad y mortalidad en pacientes de alto riesgo.
Presentación y síntomas
La influenza, en su forma más común (no complicada) se caracteriza por fiebre de presentación aguda, dolores de cabeza, mialgia y malestar general luego de un periodo de incubación de 1 a 4 días. A la vez, se presentan síntomas del tracto respiratorio, como tos no productiva, dolor de garganta y secreción nasal. Sin embargo, también puede presentarse con síntomas respiratorios, sin fiebre o con malestar general sin síntomas de tipo respiratorio. Al examen físico, podríamos ver enrojecimiento de la piel, hiperemia en la zona orofaringea, linfadenopatias en el área afectada, especialmente en pacientes jóvenes. Al examen pulmonar no hay hallazgos significativos. Los pacientes de este grupo con influenza no complicada presentan mejoría clínica entre 2 a 5 días, aunque los síntomas pueden llegar a durar por más de una semana. Otros pueden presentar síntomas de fatiga o debilidad que también pueden durar semanas.
Complicaciones – Pulmonía
Esta enfermedad, tan común en esta temporada y que puede estar caracterizada también por eventos de rinitis alérgica (perenne o de temporada), rinosinusitis, exacerbaciones de asma y bronquitis, se puede complicar con pulmonía. Es esta la complicación más común en grupos de pacientes con condiciones crónicas y considerados pacientes de alto riesgo.
La pulmonía puede presentarse en forma viral primaria, por infección bacteriana secundaria, o en ambas formas simultáneamente.
La forma primaria es la menos común, pero es la más severa. Debemos sospechar cuando hay persistencia de los síntomas más allá de los días en los que el paciente debe mejorar, teniendo fiebre alta, dificultad respiratoria progresiva y cianosis. Radiográficamente, se observa un patrón reticular o retículonodular con o sin áreas de consolidación.
La forma secundaria se caracteriza por presentar fiebre alta y síntomas respiratorios después de que el paciente ya había presentado mejoría de los síntomas iniciales, pero en esta ocasión con tos productiva y esputo purulento.
Esto último representa casi un 25% de las muertes relacionadas con la influenza y está mayormente relacionado a Streptococcus pneumoniae (48%), Staphylococcus aureus (19%) y hemophilus influenzae.
Otras complicaciones
Las manifestaciones extrapulmonares de la influenza son bastante menos comunes. Pueden ocurrir en el sistema musculoesquelético como miositis y rabdomiolisis con elevación de fosfatasa alcalina y mioglobina en orina; a nivel neurológico, como encefalitis, meningitis aséptica, síndrome de Guillain-Barre y en el sistema cardiovascular, en relación con miocarditis y pericarditis.
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Personas en mayor riesgo
Es de absoluta importancia conocer y entender las manifestaciones del virus de la influenza y el grupo de pacientes o condiciones que están en riesgo:
- Residentes de hogares (nursing homes) para personas de edad avanzada y facilidades de cuidado prolongado. -# Adultos de más de 65 años. -# Embarazadas o en las primeras dos semanas post-parto. El riesgo de influenza aumenta por trimestre y se asocia a comorbilidades. -# Condiciones crónicas tales como: _ a. Enfermedades pulmonares (especialmente si han requerido glucocorticoides). _ b. Enfermedad cardiovascular, excepto hipertensión arterial aislada. _ c. Malignidad activa. _ d. Enfermedad renal crónica. _ e. Diabetes mellitus. _ f. Hemoglobinopatías. _ g. Inmunosupresión (HIV, trasplantes, medicamentos inmunosupresores). _ h. Condiciones neurológicas que requiera manejo de secreciones. -# O besidad con índice de masa corporal (body mass index, BMI) sobre 40. -# Indios norteamericanos o nativos de Alaska.|
Sobre la vacunación y la prevención
La FDA ha seleccionado los tres virus de influenza contra la gripe de la temporada 2011-2012 basándose en las recomendaciones de la Organización Mundial del al Salud (OMS) y del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Debido a que el virus cambia anualmente, se seleccionan aquellos que tienen mayor potencial de causar enfermedades durante la temporada.
La OMS recomendó que la vacuna contra la gripe para la temporada de 2011-2012 del hemisferio norte contenga los siguientes tres virus:
- Virus tipo A/California/7/2009 (H1N1)-like;
- Virus tipo A/Perth/16/2009 (H3N2)-like; y
- Virus tipo B/Brisbane/60/2008-like.
La vacuna que se administra es el virus muerto (inactivo) y que protege contra la influenza A (H1N1), un virus de la influenza A (H3N2) y un virus de la influenza B. Hay tres tipos de presentaciones disponibles, la forma intramuscular en dosis altas para pacientes mayores de 65 años; la intradérmica, para pacientes entre 18 y 64 años; y la presentación para ser administrada por vía nasal, por inhalación (virus vivo atenuado).
Opinión
Un problema tan frecuente como la influenza puede tener consecuencias dramáticas cuando adquiere caracteres epidémicos o cuando afecta a personas que están en mayor riesgo. Por ello, es importante considerar la opción de la vacunación para prevenir la infección y tener en cuenta medidas como el aislamiento y los factores de higiene para evitar la contaminación.