Termoplastía bronquial: Nuevo tratamiento novel para el asma bronquial
Asma: genética y medio ambiente
El asma bronquial es una enfermedad heterogénea, multifactorial pero con un potente componente genético de un polimorfismo extenso. Se ha comprobado que el ambiente externo al que se enfrenta el sujeto modifica la respuesta genética y puede desencadenar o perpetuar el proceso inflamatorio en algunos pacientes. El estado en el que la inflamación se perpetúa se conoce como asma persistente.
Por lo tanto, existe susceptibilidad genética pero el ambiente al que se expone el sujeto fomenta una serie de citoquinas y procesos proinflamatorios que, de permanecer, causan inflamación persistente y daño permanente al sistema respiratorio. Parte de estos cambios patofisiológicos son: producción de moco, recrecimiento y agrandamiento del músculo liso bronquial y broncoespasmo.
Factores desencadenantes
Los agentes que pueden desencadenar el asma y los procesos persistentes pueden ser: infecciones –en especial virales– a temprana edad (antes de los 3 años), exposición a químicos como cigarrillo, cloro, azufre, sulfuro, isocianato, brea, hidrocarburos y otros agentes en vapor. Además ciertos tipos de polen, ácaros, ciertos insectos, mohos y hongos que crecen tanto dentro como fuera de la casa.
Consecuencias y asma persistente
Una vez este proceso se perpetúa, el paciente comienza a tener eventos frecuentes que lo llevan a un aumento en las visitas médicas, visitas a salas de emergencia y hospitalizaciones. Los pacientes con síntomas frecuentes (más de dos veces por semana) requieren medicamentos todos los días; se trata de aquellos con asma persistente, con función pulmonar o espirometría con valor menor de 80%.
Las guías del Instituto Nacional de la Salud y las guías globales requieren que estos pacientes –en base a la severidad del cuadro clínico– utilicen medicamentos de control todos los días. Estos medicamentos son principalmente los esteroides inhalados, los broncodilatadores de larga duración y los antagonistas de leucotrienos.
A pesar del empleo de estos medicamentos tan efectivos, hay un grupo de pacientes que no responden adecuadamente y persisten con síntomas frecuentes además de perder paulatinamente su función pulmonar. En la actualidad ya se utilizan los anticuerpos monoclonales como terapia para el asma persistente de tipo alérgica (omalizumab), que se inyectan cada 2 a 4 semanas, dependiendo de la severidad con resultados bastante confiables.
Termoplastía bronquial
Actualmente, hay varios productos en desarrollo para el asma y así el 2012 la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) aprobó el primer tratamiento no farmacológico para el asma moderada a severa persistente. Esta es la nueva terapia conocida como termoplastía bronquial.
En estos pacientes el músculo liso de los bronquios se encuentra tan hipertrofiado o recrecido que esto causa una obstrucción de forma permanente, produciendo síntomas continuos y pérdida de la función pulmonar.
La termoplastía bronquial consiste en la aplicación de una onda de calor a través de un catéter a las vías aéreas por aproximadamente 10 segundos y a una temperatura de unos 64 grados Celsius, lo que causa la reducción de la masa de músculo liso. Esto se realiza en tres sesiones separadas por tres semanas entre sí. De esta manera se logra reducir el broncoespasmo. Esta aplicación permite reducir la necesidad de utilizar rescatadores, disminuyendo así los síntomas totales del paciente, tanto de día como de noche.
Resultados
Además de disminuir los síntomas en el paciente, la termoplastía lleva a reducir las hospitalizaciones (en cerca del 73%), las visitas a salas de emergencia (en un 84%) y las visitas no programadas al médico. Adicionalmente, se disminuye la severidad de las recaídas logrando, por supuesto, mejorar la calidad de vida de los pacientes a los que se les aplicó el tratamiento, observándose también una disminución en los días de pérdida de trabajo.
En la Convención de la Sociedad Americana del Tórax (ATS) ya fueron presentados los resultados de este método. Próximamente saldrán publicados los resultados a cinco años de la aplicación de la termoplastía a pacientes. Este tratamiento ha demostrado una mejoría del 70% en el control del asma, logrando mejorar en forma significativa a 2 de cada 3 pacientes.
Comentario
En la actualidad existen tratamientos efectivos y próximamente saldrán algunos nuevos inhaladores y otros inhibidores o mecanismos diferentes para controlar el asma.
Pero hoy en día la terapia de termoplastía bronquial ya ofrece una alternativa diferente de mejorar la calidad de vida para un grupo de pacientes con asma persistente, con efectos duraderos a cinco años y sin efectos adversos significativos al momento.