DERMATOLOGÍA

Psoriasis:

Avances terapéuticos en su manejo en las últimas dos décadas

Lorna Torres Rosario, MD
Especialista en Medicina Interna Dermatology Research Fellow, Sección Dermatología, PHSU – School of Medicine
Néstor P. Sánchez, MD, FAAD
Profesor de Dermatología y Patología Escuela de Medicina, Universidad de Puerto Rico Director de la Sección de Dermatología
Ponce Health Sciences University, School of Medicine Consultor, Hospital Menonita, Aibonito
José González Chávez, MD, FAAD
Especialista y Profesor en Dermatología Escuela de Medicina, Universidad de Puerto Rico (Retirado)
Facultad de Dermatología Ponce Health Sciences University – School of Medicine

Introducción y aspectos generales

A continuación, exploramos los progresos revolucionarios en psoriasis en las últimas décadas y las perspectivas futuras de los tratamientos que han cambiado la vida de innumerables pacientes afectados por esta condición.

La psoriasis es una enfermedad crónica autoinmune que afecta principalmente la piel, cuyo tratamiento ha evolucionado en forma significativa, abarcando nuevas terapias tópicas, sistémicas y biológicas. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de lesiones cutáneas, conocidas como placas, con apariencia rojiza, que pueden variar en tamaño y suelen estar cubiertas por escamas plateadas o blancas (Imagen 1).

Tipos de psoriasis e incidencia

Existen diferentes tipos de psoriasis, siendo la psoriasis en placa la variante clínica más común, la cual afecta típicamente las superficies extensoras del cuerpo como los codos y las rodillas (Imagen 2). Otras variantes clínicas de la psoriasis incluyen: psoriasis en gota, psoriasis pustulosa, psoriasis inversa y psoriasis eritrodérmica. Se estima que esta condición afecta entre un 2% y un 3% de la población global, y se estima que en Puerto Rico afecta al 2% de las personas. De la población afectada, cerca de un 30% padece manifestaciones tanto en la piel como en las articulaciones. A lo largo de las últimas dos décadas, los avances terapéuticos en la psoriasis han transformado el manejo de esta enfermedad crónica, proporcionando a las pacientes opciones bastante más eficaces. Esto se debe mayormente a tres eventos claves que ocurrieron en el mundo médico científico: la caracterización del genoma humano y sus proteínas, el desarrollo en la década de 1990 de los anticuerpos monoclonales y una mayor comprensión del sistema inmunológico. Estos eventos abrieron paso a un mayor entendimiento de esta condición.

Patogénesis

La patogénesis de la psoriasis es un proceso complejo que implica la interacción entre factores genéticos, inmunológicos y ambientales. Se caracteriza por una activación anormal del sistema inmunológico, específicamente del sistema inmunitario innato y adaptativo. En individuos genéticamente susceptibles, los factores ambientales como infecciones, trauma o estrés pueden desencadenar una respuesta inmunitaria exagerada en la piel. Esta respuesta inmunitaria conduce a la liberación de citocinas o moléculas proiflamatorias, como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), la interleucina 17 (IL-17) y la interleucina 23 (IL-23), que promueven la proliferación excesiva de queratinocitos, la inflamación crónica y la angiogénesis aberrante en la piel afectada. Además, se ha demostrado que las células T, en particular las células T citotóxicas tipo 1 (Tc1) y las células T helper tipo 17 (Th17), así como las células dendríticas y las células residentes de la piel, desempeñan un papel crucial en la patogénesis de la psoriasis. Estudios recientes también han destacado la importancia de la disfunción de la barrera cutánea y de la microbiota de la piel en el desarrollo y la perpetuación de la enfermedad. En conjunto, estos hallazgos subrayan la complejidad de la patogénesis de la psoriasis y ofrecen múltiples puntos de intervención terapéutica potencial para su manejo clínico.

Evolución terapéutica

En Puerto Rico, se fundó la primera clínica intramural especializada en el tratamiento de psoriasis en 1980 en el Hospital Universitario de Adultos. Se utilizaban mayormente terapia de luz (fototerapia) y medicamentos tópicos a base de brea para el cuidado de los pacientes con psoriasis. Las opciones para tratar esta condición eran limitadas. Sin embargo, para el año 2004, esto cambió cuando salió un tratamiento que resultó ser efectivo para estos pacientes, el etarnecept, que funciona bloqueando la acción de una proteína llamada factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α), una sustancia inflamatoria en el cuerpo. Al bloquear el TNF-α, el etanercept ayuda a reducir la inflamación y los síntomas asociados con estas enfermedades, como el dolor en las articulaciones y la formación de placas en la piel en la psoriasis. Este medicamento transformó la vida de muchísimos pacientes.

Después de la aprobación de etanercept en 2004, el tratamiento de la psoriasis ha experimentado una revolución con el desarrollo y la aprobación de una variedad de nuevos medicamentos, como los biológicos y los inhibidores de las quinasas de Janus ( JAK). Los inhibidores de la IL-17, como secukinumab e ixekizumab, y los inhibidores de la IL-23, como ustekinumab y guselkumab, han demostrado ser altamente eficaces en el control de los síntomas de la psoriasis al dirigirse a vías inflamatorias específicas. Además, los inhibidores de la fosfodiesterasa 4 (PDE4), como apremilast, proporcionan una opción de tratamiento oral para algunos pacientes. En los últimos años, los inhibidores JAK, como tofacitinib y ruxolitinib, han surgido como una nueva clase de medicamentos prometedores para la psoriasis al interferir con las vías de señalización intracelular involucradas en la inflamación. Estos avances han ampliado significativamente las opciones de tratamiento disponibles para los pacientes con psoriasis, ofreciendo terapias más efectivas y personalizadas para controlar la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

Comentario

Los avances y el desarrollo de nuevos medicamentos han tenido un impacto profundamente positivo para aquellos miles de pacientes que padecen de condiciones dermatológicas como la psoriasis. Este progreso permite seguir sirviendo a la comunidad con el más alto nivel de atención médica.

Referencias

  • Rich SJ, Bello-Quintero CE. (2004). Advancements in the treatment of psoriasis: role of biologic agents. Journal of managed care pharmacy: JMCP, 10(4), 318–325. https://doi.org/10.18553/ jmcp.2004.10.4.318.
  • Guo J, Zhang H, Lin W, Lu L, Su J, Chen X. (2023). Signaling pathways and targeted therapies for psoriasis. Signal transduction and targeted therapy, 8(1), 437. https://doi.org/10.1038/s41392-023-01655-6.
  • Rønholt K, Iversen L. (2017). Old and New Biological Therapies for Psoriasis. International journal of molecular sciences, 18(11), 2297. https://doi.org/10.3390/ijms18112297.