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Temas de Interés / Torre de Marfil

El test de Paracelso

Félix J. Fojo, MD

Félix J. Fojo, MD
Ex Profesor de la Cátedra de Cirugía
de la Universidad de La Habana
ffojo@homeorthopedics.com
felixfojo@gmail.com

Theophrastus Phillippus Aureolus Bombastus von Hohenheim (1493-1541) que se denominó a sí mismo Paracelso (‘mejor que Celso’) fue, sin la menor duda, un individuo extremadamente singular y bastante irritante para los que lo conocieron de cerca.

No entraremos en su vida ni en sus numerosos aportes a la Medicina por falta de espacio y porque han sido expuestos ya en un artículo previo de esta revista, pero nos gustaría reproducir esta especie de test, extraído de uno de sus extensos y afilados escritos, en el que Paracelso expresa sus exigencias a todo buen cirujano. Veamos:

En relación con su temperamento innato, el cirujano debe:

  • Tener una conciencia clara;
  • Tener el deseo de aprender y acumular experiencias;
  • Poseer un corazón gentil y un espíritu optimista;
  • Mostrar una vida ejemplar y sobriedad en todo;
  • Tener más interés por el honor que por el dinero;
  • Tener un mayor interés en ser útil al enfermo que a sí mismo; y
  • Y no debe casarse con una persona intolerante.

tor.jpg El buen cirujano no debe:

  • Ser un monje descarriado ni abusar de sí mismo;
  • Tener la barba roja ni actuar sin juicio;
  • Creer sin entender ni burlarse de la suerte; ni
  • Ni ufanarse de saber sin experiencia ni autoalabarse.

En relación con el conocimiento del cuerpo humano, el buen cirujano debe:

  • Conocer las propiedades de la carne y todos los huesos;
  • Conocer todas las venas y arterias y el tamaño de los órganos;
  • Conocer las articulaciones y la relación entre las diferentes partes;
  • Conocer cómo afectan los traumatismos; y
  • Sobre todo, saber dónde está la vida y dónde está la muerte.

En relación con la práctica de su arte, el buen cirujano debe conocer:

  • Todas las hierbas y todos los remedios;
  • Todas las esencias y todas las lociones para las heridas;
  • La evolución de todas las enfermedades;
  • El efecto de cada remedio en el cuerpo y cómo vendar las heridas;
  • Qué debe permitir y qué debe prohibir al enfermo; y
  • Por último, debe comprender cómo el tiempo contribuye a curar.

Felicidades, colega cirujano, si cumple con todos los requisitos de Paracelso; el que esto escribe reconoce que no obtuvo el máximo de la puntuación.