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Discapacidad y rehabilitación en apoplejías cerebrales

Maricarmen Cruz, MD, FAAPMR

Maricarmen Cruz, MD, FAAPMR
Fisiatra

Impacto de las apoplejías en la población

Las estadísticas de 2014 de la Asociación Americana del Corazón estiman que, en promedio, ocurre una apoplejía cada 40 segundos en los Estados Unidos. La apoplejía isquémica sigue siendo la más común. Este reporte presenta una incidencia de cerca de 795000 apoplejías nuevas y recurrentes al año. El número de pacientes que han sobrevivido a un evento como este es de cerca de 7 millones. Estas cifras no expresan el impacto funcional de estos eventos en la salud del paciente ni en su familia, ni los retos que muchos encontrarán en el acceso a los servicios de rehabilitación óptimos.

Tratamiento a sobrevivientes

El 10% de los pacientes que sobreviven a una apoplejía se recuperan casi completamente, pero el 65% de ellos queda con limitaciones funcionales que van de leves a severas. Estas requerirán la intervención de un médico, especialista en medicina física y rehabilitación, debido a que las apoplejías son la razón principal de discapacidad crónica. Más de la mitad de los pacientes de Medicare sobrevivientes de un evento como este requieren de servicios de rehabilitación en un centro de cuidado especializado, aunque algunos de estos servicios se brindarán en el hogar o en un centro ambulatorio.

Discapacidades por apoplejias

Entre las discapacidades más comunes luego de los 65 años están: hemiparesias, inhabilidad para caminar sin el uso de asistencia, déficits cognoscitivos, síntomas depresivos, afasia, dependencia en actividades del diario vivir y la necesidad de ser institucionalizados debido al grado de dependencia. Hay otros impedimentos residuales que también afectan la calidad de vida del paciente sobreviviente, como la disfagia y la incontinencia urinaria.

Programa de rehabilitación

El paciente que ha tenido una apoplejía debe comenzar un programa de rehabilitación tan pronto sea posible. El Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos y Apoplejía recomienda que esta etapa se inicie entre las 24 y las 48 horas luego del evento, dependiendo de la estabilidad médica del paciente. En estudios realizados por este instituto se reconoce también que la recuperación funcional en estos pacientes puede observarse hasta un año más tarde, independientemente de cuándo se inició el proceso de rehabilitación. Existen algunos marcadores de recuperación que se pueden usar a manera de guías al pronóstico funcional, como la severidad inicial de la debilidad encontrada en la extremidad superior, que es el mejor elemento para predecir la recuperación de la función de la extremidad superior.

El médico fisiatra realizará una evaluación de los déficits funcionales del paciente, identificará los factores de riesgos que lo predisponen a nuevos eventos, pondrá énfasis en el componente educacional preventivo y establecerá metas funcionales basadas en los valores y preferencias del paciente. Componentes esenciales al pronóstico funcional serán la incontinencia urinaria y la depresión. El primero tiene un impacto en la vida social del paciente y en su percepción de su autodependencia. El segundo, la depresión, tiene un rol en el proceso de aprendizaje, en el compromiso del paciente y en la frustración asociada a la discapacidad. El médico fisiatra debe identificar y atender tempranamente estos factores como elementos que impactan en el éxito del plan de cuidado.

Comentario

El plan de cuidado y rehabilitación luego de una apoplejía debe ser amplio por las variables a considerar: los factores de riesgo, la discapacidad asociada, el impacto social y económico en la vida del paciente y el componente emocional asociado.

Se reconoce que en 2010 los costos directos e indirectos dedicados a este problema (en los Estados Unidos) fueron de cerca de $36,5 millones; y, para el paciente, puede significar cerca de $140000 en costos directos a lo largo de su vida por la discapacidad adquirida. Los costos asociados a la salud siguen siendo una barrera importante para el paciente que desea incorporarse a un plan integral de rehabilitación. Por eso, una buena utilización de los servicios será esencial para el éxito en el cuidado del paciente en el tiempo apropiado. El médico fisiatra tendrá un rol clave para diagnosticar discapacidad y para identificar y priorizar servicios necesarios que tengan un impacto importante en la calidad de vida de nuestros pacientes.

Referencias

  • Heart Disease and Stroke Statistics – 2014 Update. A Report from the American Heart Association. American Heart Association Statistical Updates.
  • Post stroke rehabilitation fact sheet. National Institute of Neurological Disorders and Stroke. 2014.
  • Rehabilitation Therapy after Stroke. National Stroke Association.