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La depresión en la menopausia

Ingrid Alicea Berríos, MD, DFAPA,

Ingrid Alicea Berríos, MD, DFAPA,
Especialista en Psiquiatría,
Presidenta, Capítulo de PR, Asociación Psiquiátrica Americana
Ex Presidenta, Academia de Psiquiatría de PR
y Capítulo de Psiquiatría, Consejo de Disciplinas
Médicas del Colegio de Médicos-Cirujanos de PR

La menopausia es el momento en el que la mujer deja de tener su periodo menstrual. La culminación de esta etapa ocurre al cumplirse un año del cese de la menstruación, cuando comienza la etapa de la postmenopausia. Hay cambios hormonales con la disminución de los niveles de estrógeno y progesterona, y los ovarios dejan de producir óvulos.

Los cambios relacionados con la menopausia pueden comenzar desde años antes y producir síntomas. Los relacionados a los cambios de ánimo podrían, en algunos casos, llegar a confundirse con un estado depresivo.

Algunos de los cambios que ocurren más frecuentemente en la menopausia pueden ser:

  • Cambio en las menstruaciones;
  • Sudoración nocturna;
  • Acaloramientos;
  • Irritabilidad;
  • Problemas para conciliar el sueño;
  • Sequedad vaginal;
  • Cambios de humor y de ánimo; y
  • Problemas de concentración.

Opciones terapéuticas en la menopausia

En ocasiones, los síntomas asociados a la menopausia pueden requerir tratamiento. La terapia hormonal es uno de los tratamientos que se recomienda para aliviar estos síntomas y también para prevenir la pérdida mineral ósea. Este tratamiento puede tener algunos riesgos si se utiliza por mucho tiempo, por lo que requiere control médico regular.

La terapia hormonal puede ayudar a:

  • Mejorar los problemas del sueño y la irritabilidad;
  • Mejorar los molestias y sequedad vaginal;
  • Disminuir la dispareunia;
  • Disminuir la pérdida ósea;
  • Mejorar los cambios en el estado anímico y los síntomas depresivos leves (esta terapia no es eficaz para tratar la depresión mayor); y
  • Disminuir bochornos y la sudoración nocturna.

Relación entre menopausia y depresión

Los cambios hormonales que se presentan en la menopausia ponen a muchas mujeres en riesgo de sufrir de depresión mayor, según los resultados de varias investigaciones científicas. Uno de estos estudios según reportado en el Psychiatric News de la Asociación Psiquiátrica Americana, cuya investigadora principal fue la Dra. Joyce Bromberger. Incluyó a 221 mujeres entre los 42 y 52 años y reveló que el riesgo de sufrir de depresión fue significativamente mayor, no solamente durante la menopausia, sino también dentro de los dos años después de su último periodo, y significativamente mayor que en la premenopausia.

También la disminución en la producción de estrógenos puede causar síntomas depresivos, como tristeza, anhedonia, ansiedad, angustia, pérdida de confianza, irritabilidad y llanto sin motivo.

Diagnóstico de depresión

Para poder hacer el diagnóstico de depresión deben estar presentes al menos cinco de los siguientes síntomas por un espacio mayor de dos semanas:

  • Cansancio o falta de energía;
  • Cambios (aumento o disminución ) en el nivel de la actividad física;
  • Sentimientos de desesperanza;
  • Intranquilidad;
  • Ansiedad;
  • Sentimientos de culpa;
  • Insomnio (dificultad para dormir) o hipersomnio (exceso de sueño);
  • Disminución o aumento en el apetito;
  • Pérdida o ganancia de peso;
  • Problemas de concentración o memoria;
  • Ideas de que la vida no vale la pena vivirse; y
  • Pensamientos suicida.

Como parte de la evaluación, se debe hacer un buen historial médico para explorar si la mujer ha sufrido de trastornos emocionales y así poder determinar si los síntomas que está teniendo están relacionados con una condición preexistente o son secundarios a los cambios hormonales de la menopausia. Las mujeres que presentan síntomas depresivos durante la menopausia deben ser evaluadas para monitorear su estado de ánimo y funcionamiento y poder detectar a tiempo un trastorno depresivo mayor.

Importancia de los estresores

Como parte de la evaluación, deben identificarse los estresores que puedan estar presentes y hacer más difícil la adaptación a los cambios en esta etapa de vida de la mujer.

Es importante reconocer estresores tales como problemas de pareja, divorcio, problemas con los hijos, problemas en el cuido de padres envejecientes, condiciones médicas, abuso de sustancias, falta de grupos de apoyo, aislamiento social, retiro o pérdida del trabajo, entre otros.

Opciones terapéuticas

El tratamiento para los problemas de depresión en la menopausia puede incluir antidepresivos (SSRIs) como la fluoxetina o la paroxetina. Algunas mujeres podrían beneficiarse del tratamiento con diferentes modalidades de psicoterapia. La psicoterapia para la depresión consiste en distintas orientaciones y consejerías, psicoterapia psicodinámica, interpersonal, cognitiva y conductual o una combinación de estas. La psicoterapia tiene como objetivo ayudar a trabajar con los cambios asociados a esta etapa de vida, a modificar patrones de comportamiento y pensamientos negativos, y a trabajar con los sentimientos. También es útil para ayudar con los problemas de pareja y de las relaciones familiares. Se enseña a identificar los problemas y sus causas, y se proveen herramientas terapéuticas para manejarlos.

Comentario

La menopausia es una etapa de cambio en la vida de la mujer y, tanto antes, durante o después de esta transición y de acuerdo a los síntomas o molestias que puedan presentarse, es posible recomendar alguna medicación. Específicamente, cuando hay síntomas depresivos marcados se debe recurrir a una evaluación y tratamiento más especializados.

Referencias -# ”Close Depression Monitoring Urged During Menopause, Postmenopause” Joan Arehart-Treichel, Psychiatric News from the American Psychiatric Association Clinical and Research News May 20, 2011. -# “Menopause and Mood Disorders”, Stacey B Gramann, DO, MPH, Rebecca S Lundquist, MD; Medscape. -# National Institute on Aging. -# National Institute of Health.