El Dr. Manuel Pavía Fernández:
Médico, visionario y líder
En la figura del Dr. Manuel Pavía Fernández se unieron la vocación de servicio, el espíritu emprendedor y el interés por mejorar las condiciones de salud de nuestra población. Además de ser un excelente médico, apoyó a los estudiantes y a los jóvenes médicos. Con su liderazgo, impulsó el desarrollo de una institución hospitalaria que, con el tiempo, ha continuado creciendo y sirviendo bien a los pacientes de Puerto Rico y de la región.
Inicios como médico y político
Al completar su residencia, el joven Dr. Manuel Pavía regresó brevemente a San Sebastián, donde trabajó como médico generalista. Luego se trasladó a San Juan, donde comenzó una práctica de medicina general atendiendo principalmente a pacientes pobres en los arrabales, incluyendo el histórico “Fanguito”; en esa época la malaria, la tuberculosis y la disentería afectaban seriamente a nuestra población. Este trabajo le impactó y decidió ingresar a la política y ser candidato a legislador. Fue electo a la Cámara de Representantes y sirvió como legislador hasta 1929. Esa fue la época en que se dio inicio a las unidades de salud pública. En 1927 el ciclón de San Felipe devastó la isla.
Origen de la Clínica Pavía
En 1940 Dr. Pavía adquirió por una cantidad módica lo que era la Clínica Manuel Díaz García. En 1946 le cambió de nombre al de Clínica Pavía. Allí, creó una operación familiar, contando con su hijo Manuel como administrador, su hija Cuca a cargo de admisiones y su hija Rosita como encargada de las finanzas. Su hijo Antonio Pavía fue a la universidad en los Estados Unidos y, luego de graduarse de médico, hizo una especialidad en Medicina Interna en Boston.
El hospital del Dr. Pavía tenía una gran demanda y amplió el número de camas a 174. Había una congregación de monjas que laboraban allí y la institución funcionaba como un hospital católico.
Al inaugurarse la Escuela de Medicina de la Universidad de Puerto Rico, en 1950, el Dr. Pavía se unió a la facultad como conferenciante.
Apoyo a los estudiantes
En 1958 la Universidad de Puerto Rico había empezado con su Escuela de Odontología. A raíz de ello, los estudiantes de Medicina que nos quedábamos en los dormitorios de lo que había sido el antiguo Hospital de Medicina Tropical fuimos informados de que se cerraban los dormitorios para pasarlos a las clínicas dentales y que nosotros buscáramos donde quedarnos. Tuvimos la gran suerte de enterarnos de que el Dr. Pavía estaba buscando estudiantes de Medicina para que le ayudaran con los historiales y en la sala de emergencia, ya que ese año no había graduados de Medicina del extranjero para hacer el internado allí. Fuimos a entrevistarnos un grupo de estudiantes que incluía a Armando Miranda de Manatí, Luis Saúl Suárez de Humacao, Salvador Pérez Iglesias y Pedro Roldán de Caguas, y a tres estudiantes de Adjuntas, Luis Román Irizartry, Juan José Santiago Plaza, y este servidor. Así conocimos al Dr. Pavía, una persona pausada, amable y distinguida. Nos ofreció la casa vecina al hospital, que en aquel 1958 ya contaba con aire acondicionado, cambio de camas, limpieza, tres comidas; haríamos los historiales de las admisiones y veríamos a los pacientes como externos, en lo que llegaba el médico de cabecera. El hospital estaba a tres bloques del Hospital Municipal en la Avenida De Diego, donde teníamos las conferencias y rotaciones clínicas. ¡Para nosotros esto fue una bendición! El Dr. Pavía se ocupaba de nosotros como un padre, a veces nos acompañaba a comer y velaba por nuestro bienestar y seguridad. Esto nos preparó para ser mejores internos. Allí conocimos médicos excelentes, en especial al Dr. Gualberto Rabell que dirigía la Sala de Emergencia.
Líder cívico y reconocimiento
El Dr. Pavía era un líder cívico. Fue Presidente de Cruz Azul, recién creada por el Dr. Manuel de la Pila Iglesias. En nuestra isla, esa fue la primera aseguradora médica como plan prepagado para beneficio de los trabajadores y personas con menos recursos. El Dr. Pavía presidió la Asociación Médica de Puerto Rico en 1936 y fue fundador del primer hospital de niños Dr. Fernández Núñez Salarin, entre otras actividades. El año 1959, cuando su hijo regresó a Puerto Rico, el Dr. Pavía le cedió la dirección médica del hospital. El Dr. Pavía falleció en 1973.
En 1982 el Departamento de Estado terminó la remodelación del Antiguo Casino de Puerto Rico, convertido en el Centro de Recepciones del Gobierno. El mismo fue bautizado con el nombre del Dr. Manuel Pavía Fernández en honor al último Presidente de la Asociación del Casino de Puerto Rico.
Avances y desarrollo institucional
El Hospital Pavía continuó ampliando sus servicios. Allí, el Dr. Defendini comenzó a realizar cirugías cardiovasculares en una institución privada y el Dr. Ángel Luis Rodríguez Rosado desarrolló un excelente servicio de Medicina Nuclear. Muchos facultativos de la Escuela de Medicina desarrollaron su práctica en el Hospital Pavía, como el Dr. Enrique Vélez García en oncología, el Dr. Antonio Puras en urología, el Dr. Rafael Rodríguez Servera en neumología y el Dr. Rolando Colón en cirugía torácica y cardiovascular.
El Hospital Pavía fue vendido y, al presente, junto con otros 10 hospitales, forma el Pavia Health System bajo el liderato del Lcdo. Eduardo Artau como Presidente de la Junta y de su hija, la Lcda. Karen Artau, como Presidenta de la Corporación. Esta es una muy exitosa empresa puertorriqueña.
Un sueño del Dr. Pavía
Tengo presente cuando, a fines de la década de 1990, nuestra Escuela de Medicina necesitaba ampliar sus talleres y recuerdo, como si fuera hoy, estar con los líderes del Recinto de Ciencias Médicas firmando el acuerdo de colaboración con el Hospital Pavía. Me sentí emocionado recordando que el sueño del Dr. Pavía de tener una afiliación con la Escuela de Medicina se estaba haciendo realidad. Indudablemente, el Dr. Pavía se sentiría satisfecho de ver que sus esfuerzos y sus logros, que tan bien le han servido a Puerto Rico, le siguen sirviendo.
Los que conocimos al Dr. Manuel Pavía le recordamos y le agradecemos sus enseñanzas, su ejemplo, su generosidad y, sobre todo, su voluntad de servicio a nuestra sociedad.