El Museo de Arte Chichu de Naoshima en Japón: Espíritu, arquitectura, belleza y naturaleza
El Museo de Arte Chichu de Naoshima nace de un sueño ambicioso de su fundador, el señor Soichiro Fukutake, quien al llegar desde Tokio a Naoshima, se inspira en su calma e intensidad para realizar proyectos de arte que involucran la naturaleza y la arquitectura. “Mi deseo es crear un lugar, donde la gente pueda sinceramente preguntarse cómo es vivir bien. Esto debería ser posible en complemento a la religión y al idioma, porque el poder del arte apela directamente a todo el cuerpo y a todas las personas”, expresa Fukutake.
El Museo de Arte Chichu, que traducido significa: debajo de la superficie, fue diseñado por el gran arquitecto Tadao Ando. Se construyó en el 2004 y es la muestra más viva de la contemporaneidad del siglo XXI, el contenedor es una expresión pura de la arquitectura, combinada con el respeto profundo a la naturaleza existente y la armonía de su recorrido y encuentro con el arte.
La exposición que muestra es permanente. Ando diseñó un edificio de autor, pero con un previo de tres artistas como habitantes fijos: Walter De María, James Turrell y Claude Monet. Los factores comunes entre estos grandes artistas son: la luz, el tiempo y la inmortalidad, como concepto trascendental. Como sostiene el señor Fukutake: “Este es un espacio espiritual, donde el arte se confronta directamente con la fortaleza propia de cada uno, haciendo posible considerar vivir bien”.
Definitivamente dentro de los conjuntos del espíritu, la arquitectura, la belleza y la naturaleza, el Museo de Arte de Chichu revela los valores de la felicidad a través de la estética. No hay que ser un conocedor de ninguna de las disciplinas, para sentir y percibir la reflexión y los procesos de todo lo que implica esta profunda, pero simple, manera de mostrar el arte en un espacio arquitectónico único.
Se redescubre un lugar con los trabajos del artista pionero del land art, Walter De María con la obra: Time/Timeless/Not Time; con la instalación: Open Sky de un maestro de la luz y el espacio como James Turrel y con cinco pinturas Water-Lily Pond del inigualable Claude Monet, fundador del impresionismo y tenaz estudioso de la luz y sus cambios en el tiempo. Estos tres artistas son los protagonistas del Museo de Arte de Chichu, que nos brinda momentos intensos para nuestra percepción visual y espiritual de las obras, cuya inserción es única en el espacio arquitectónico.
Describir la experiencia de visitar este Museo es casi infinita, pero dejo una ventana abierta a nuestros lectores para descubrir por ellos mismos el tesoro de la humanidad que exhibe este monumento.