El Dr. Luis Soltero Harrington:
(1925-2014) Pionero en la cirugía cardiovascular en Puerto Rico
La cirugía cardiovascular en Puerto Rico tiene una larga tradición de excelencia. Uno de los pioneros en este campo, quien trajo a la isla los conocimientos que adquirió especializándose y trabajando en los centros de cirugía cardiaca más famosos del mundo, fue el Dr. Luis Soltero Harrington. Él volcó acá su experiencia y compartió sus conocimientos con las nuevas generaciones de médicos, lo que contribuyó mucho a que hasta el día de hoy se mantenga un liderazgo y una excelencia en el campo de cirugía cardiovascular en la isla.
Sus inicios y estudios
El Dr. Luis Soltero Harrington nació en San Juan. Su familia era de Sabana Grande; tenía tres hermanos, Augusto, Freddy y Ernesto, y una hermana, Hilda. Estudió en las escuelas primaria y secundaria de la Universidad de Puerto Rico. Al terminar sus estudios, fue al Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de Mayagüez, donde estudió Agronomía. Al graduarse, obtuvo una beca para estudiar Medicina en la Universidad de Northwestern, en Chicago.
Inicios como médico en los Estados Unidos
Ya graduado como médico, inició su internado en el Michael Reese Hospital. Este era uno de los principales hospitales del área de Chicago, donde muchos otros jóvenes médicos puertorriqueños hicieron su internado. Regresó a la isla a trabajar en el Hospital de Distrito de Aguadilla. Allí, se dedicó principalmente a la cirugía y adquirió mucha experiencia practicando junto con un reconocido cirujano, el Dr. Sobrino. Después ingresó al Ejercito de los Estados Unidos y fue asignado a una base militar en Texas por el periodo de dos años. Al completar su servicio militar, le recomendaron seguir una especialidad en cirugía.
En esos días, el Dr. Michael DeBakey estaba comenzando a organizar un centro cardiovascular en la Universidad de Baylor en Houston. Así, en 1954 Luis Soltero fue admitido a la recién creada residencia de cirugía cardiovascular del Dr. DeBakey en Houston. Allí se destacó y estuvo trabajando también por dos años con el famoso cirujano cardiovascular y pediátrico Dr. Denton Cooley, el más destacado en ese campo en toda la nación. En total, completó cinco años de entrenamiento en el Texas Heart Institute y en el Heart Center-Texas Children Hospital. Durante su residencia, conoció a Joyce Carpenter, la anestesista que manejaba la bomba cardiaca del Dr. DeBakey. Allí se conocieron, allí se enamoraron y allí se casaron. Cuando terminó su residencia, él había participado en miles de operaciones cardiacas.
De regreso en Puerto Rico
Con toda esa extraordinaria experiencia regresó a la isla a trabajar en el Departamento de Cirugía de la Escuela de Medicina en el Hospital Municipal de San Juan, ubicado en la Parada 22 en Santurce, donde hoy está el Museo de Arte. Allí había un programa de cirugía cardiovascular que utilizaba en esa época la técnica de criodioplegia como anestesia, enfriando al paciente para así poder parar el corazón. Basta decir que esto tenía una mortalidad muy elevada, a pesar de que el equipo profesional era muy competente, contando con el Dr. Francisco Raffucci en cirugía y con el Dr. Mario Rubén García Palmieri como cardiólogo. Todo esto cambió drásticamente cuando llegó el Dr. Soltero acompañado de su esposa, Joyce Soltero, quien comenzó a usar la bomba cardiaca para las operaciones; así se dio inicio a una nueva era de la cirugía cardiovascular en Puerto Rico.
Cuando se trasladó la Escuela de Medicina al Hospital de Distrito Universitario en Río Piedras, donde quedaría después el Centro Médico, el Dr. Soltero llegó como parte de ese cambio. Allí, junto con la Dra. Amalia Martínez Pico, comenzó a operar a los muchos pacientes pediátricos que necesitaban cirugías cardiovasculares, en especial el alto número que necesitaban cirugía por ducto arterioso patente. Todos estos niños se salvaban y la popularidad del Dr. Soltero Harrington creció y se hizo manifiesta. Además, hacía las operaciones en adultos con excelentes resultados, también, como ya se ha mencionado, gracias al apoyo de su esposa Joyce y de la bomba que ella dirigía con tanta destreza. En los cuatro años que estuvo en el Hospital Universitario llegó a operar del corazón a cientos de pacientes que requerían estas cirugías tan sofisticadas y delicadas.
En el Hospital del Maestro y en Bayamón
Era el año 1963 cuando el Dr. Soltero Harrington se unió a la facultad del Hospital del Maestro. Allí realizó todo tipo de cirugías, en especial cardiovasculares, torácicas y de cáncer. Luego, se integró a su equipo un joven y talentoso cirujano, el Dr. Luis Fraguada, que era cirujano general. Años más tarde se unió también a este equipo de cirugía el Dr. Arturo López.
En esos días un joven estudiante de Medicina acompañaba y seguía al Dr. Soltero por todas partes. Ese era el Dr. Raúl García Rinaldi, a quien un tiempo después el Dr. Soltero recomendó para especializarse en el Texas Heart Institute –donde él mismo se había formado– y quien luego de una muy exitosa carrera en Houston decidió también volver a Puerto Rico y es, hoy en día, el Director de Programa de Cirugía Cardiovascular en el Mayagüez Medical Center.
En la década de 1980, con la reforma de salud dirigida por el Dr. Jaime Rivera Dueño, se comenzaron a contratar grupos médicos para trabajar en los hospitales regionales y de área donde no había personal adecuado. El Dr. Soltero aceptó el reto y organizó un grupo extraordinario de todas las especialidades para el Hospital Regional de Bayamón. La labor que allí se hizo fue excepcional y se brindaron servicios muy buenos. Por razones que desconozco, se dio por terminado ese importante contrato, lo que fue un gran desacierto, con consecuencias hasta la actualidad.
Tradición familiar en cirugía
Una sobrina del Dr. Luis Soltero, La Dra. Edmee Soltero, es una excelente cirujana que llegó a operar junto con él y hoy en día se dedica, sobre todo, a la subespecialidad de cirugía de mama. Su sobrino, el Dr. Ernesto Soltero, es también un excelente cirujano cardiovascular que dirige el Centro Cardiovascular de Hospital de Damas en Ponce luego de haberse especializado y trabajado por un buen tiempo en Houston. Ambos destacados cirujanos han emulado a su tío y mentor.
El Dr. Luis Soltero Harrington solía dedicar parte de su tiempo libre a la agricultura en una finca que tenía en Utuado. Él volvía a San Juan después de los fines de semana con viandas para repartir en el hospital.
Comentario
El Dr. Luis Soltero Harrington ha sido uno de los más grandes médicos que ha tenido Puerto Rico. Fue un gran cirujano vascular y general, extraordinario educador y modelo para muchos médicos jóvenes que hoy se distinguen. Sus hazañas deben ser recordadas.