Violencia y armas de fuego:
El impacto de una mayor accesibilidad
“El futuro de los niños es siempre hoy.
Mañana será tarde”.
Gabriela Mistral
La población de los Estados Unidos representa el 4.4% de la población global, pero se estima que posee cerca del 40% de las armas de fuego del mundo1.
Preocupados por los recientes eventos violentos ocurridos, algunos investigadores de los ‘tiroteos o balaceras en masa’ (“mass shootings”) han sugerido que entre los factores que pueden estar contribuyendo a que ocurran eventos como esos están la alta tasa de posesión de armas y el acceso a las mismas.
Se describe que en los Estados Unidos hay controles limitados sobre quién las compra y sobre el tipo de armas que se puede poseer, y donde se considera la posesión de armas como un derecho inherente de todo ciudadano, como ocurre también en México o en Guatemala. Otros países, luego de haber tenido este tipo de eventos (“mass shootings”), decidieron poner leyes más estrictas al control de armas; en los Estados Unidos esto no ha sido así a pesar de que los homicidios y suicidios con armas de fuego son una gran preocupación desde el punto de vista de salud pública1. Así, por ejemplo, en el periodo 2015-2016 las armas de fuego se relacionaron con el 50% de todos los suicidios y, en los jóvenes, con el 42%2,3.
Afortunadamente, en Puerto Rico aún no hemos tenido tantos eventos así (“mass shootings”). Sin embargo, según estadísticas del Departamento de Salud de Puerto Rico, en 2017 hubo 29 víctimas de suicidio que utilizaron armas de fuego. Entre los años 2015 y 2017, las armas de fuego ocuparon el segundo lugar como método utilizado para el suicidio4. De acuerdo al informe de la Policía de Puerto Rico, en 2017 hubo 149 muertes con armas de fuego (89%)5.
Nos preocupa que ante estas estadísticas que muestran que tanto niños como adolescentes han sido víctimas de armas de fuego o accidentes relacionados con estas, se ponga en mayor riesgo a nuestros jóvenes al promover su acceso. No podemos justificar facilitar el acceso a armas de fuego con el argumento de que así estaremos “más protegidos”. Cuando hay armas de fuego en el hogar para protegernos, la probabilidad de que un arma cause la muerte de un familiar o amigo es mayor que la probabilidad de que se use para su protección6.
Son preocupantes también las expresiones de que “el mayor acceso a las armas le dará a nuestra población la oportunidad de protegerse” ante la criminalidad. Facilitar el proceso para poseer armas de fuego no va a resolver la criminalidad, ya que este es un problema multifactorial. Más aún, estas expresiones pueden llevar a algunas personas a pensar que el problema de la violencia se maneje mejor con más violencia.
Tampoco se brinda educación a los padres sobre la supervisión que debe haber en los hogares donde haya niños y jóvenes con respecto a la disponibilidad de armas de fuego. Menos aún se ha educado a los jóvenes sobre sus riesgos, ni se han implementado políticas de prevención en las escuelas ni a nivel de organizaciones de la comunidad.
Por esto, cabe preguntarnos si estamos preparados para enfrentar problemas con las armas de fuego.
Referencias
- Fisher M, Keller J. What Explains US Mass Shootings? International Comparisons Suggest an answer. The New York Times. Nov 7, 2018.
- Kegler SR, Dahlberg LL, Mercy JA. Firearm Homicides and Suicides in Major Metropolitan Areas – USA, 2012-2013 and 2015-2016. MMWR Morb Mortal Wkly Rep 2018; 67:1233-1237.
- CDC. Web-based injury statistics Query and Reporting System (WISQARS). Atlanta; GA: US DHHS, CDC; 2017.
- Gobierno de Puerto Rico. Comisión Para La Prevención del Suicidio. Departamento de Salud (2018).
- https://www.policia.pr.gov/informe-preliminar-de asesinatos (2018).
- AACAP Family Fact 37; Sept 9, 2018.