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Abordando el distrés en la diabetes mellitus:

La complicación olvidada

Nicolle M. Canales-Ramos, MD

Nicolle M. Canales-Ramos, MD
Endocrinóloga
Catedrática auxiliar, Departamento de Endocrinología,
Recinto de Ciencias Médicas, Universidad de Puerto Rico,
Presidenta, Comité de Educación a la comunidad,
Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología (SPED)

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Su manejo óptimo requiere una atención integral, que va más allá de la simple administración de insulina o de medicamentos orales. Un aspecto fundamental, y a menudo subestimado en la atención de los pacientes con diabetes, es el distrés por diabetes o el malestar asociado con la diabetes.

Como médicos, es esencial que podamos comprender este fenómeno, ya que puede tener un impacto significativo en el bienestar y en la gestión de la enfermedad en nuestros pacientes.

El distrés por diabetes (diabetes distress) se refiere a la angustia emocional que experimentan las personas con diabetes mellitus debido al esfuerzo que demanda esta condición y, consiguientemente, al estrés relacionado con el manejo de su enfermedad.

En ese sentido es importante tener presente que, a diferencia de la depresión clínica, aunque el distrés por diabetes no cumpla con los criterios diagnósticos de un trastorno del estado de ánimo, sí puede tener consecuencias igualmente perjudiciales para la salud de los pacientes.

Aspectos etiológicos y su impacto

Las fuentes del distrés por diabetes son diversas e incluyen:

  • Las preocupaciones sobre la autoadministración de insulina;
  • La monitorización constante de la glucosa;
  • La necesidad de hacer cambios en la alimentación;
  • El temor a las complicaciones a largo plazo;
  • Los problemas de comunicación con el equipo de atención médica; y
  • Las barreras socioeconómicas que dificultan el acceso a la atención y a los medicamentos.

El distrés por diabetes puede tener un impacto significativo en la gestión de la diabetes. Los pacientes que experimentan este tipo de angustia son menos propensos a cumplir con el plan de tratamiento recomendado, lo que a menudo resulta en un control deficiente de la glucosa en la sangre. Esto, a su vez, aumenta el riesgo de complicaciones a largo plazo, como pueden ser la enfermedad cardiovascular, la neuropatía, la retinopatía y la nefropatía.

El estrés crónico asociado con el distrés por diabetes también puede aumentar la resistencia a la insulina y contribuir a una mayor variabilidad en los niveles de glucosa en sangre. Además, puede afectar la calidad de vida de los pacientes, lo que a su vez puede llevar a problemas emocionales y sociales.

Señales clínicas y diagnóstico

Como médicos, debemos estar atentos a las señales del distrés por diabetes en nuestros pacientes.

Algunos indicadores clave pueden ser:

  • Cambios en el cumplimiento del plan de tratamiento;
  • Cambios inexplicables en los patrones de glucosa en sangre;
  • Quejas sobre la dificultad para manejar la enfermedad;
  • Síntomas de ansiedad, como nerviosismo y preocupación constantes; y
  • Síntomas de depresión, como tristeza persistente y pérdida de interés en actividades que antes se solía disfrutar.

La evaluación de la angustia relacionada con la diabetes debe ser una parte integral de la atención de rutina. Cuestionarios como el «Problem Areas in Diabetes» (PAID) y el «Diabetes Distress Scale» (DDS) pueden ayudar a identificar a los pacientes que necesitan apoyo adicional.

Algunas opciones para el tratamiento

Una vez identificado el distrés por diabetes, es fundamental abordarlo de la manera más efectiva posible.

Algunas estrategias que pueden ser de utilidad son las siguientes:

– Comunicación efectiva:
Es fundamental mantener una comunicación abierta y compasiva con los pacientes. En ese sentido, es importante escuchar sus preocupaciones y brindarles apoyo emocional, ya que esto puede ayudar a aliviar la angustia;

– Educación y capacitación:
Proporcionar información clara y comprensible sobre la diabetes y su manejo puede empoderar a los pacientes y, así, reducir su angustia. Enseñarles habilidades de autocuidado también es esencial;

– Derivación a profesionales de la salud mental:
En casos de distrés por diabetes de grado grave, puede ser necesario derivar al paciente a un psicólogo clínico o a un psiquiatra especializado en diabetes para brindar terapia y apoyo emocional adicional;

– Apoyo entre pares:
Fomentar la participación en grupos de apoyo para personas con diabetes puede ayudar a los pacientes a compartir experiencias y estrategias para hacer frente a la enfermedad; y

– Evaluación de las barreras socioeconómicas:
Identificar y abordar las barreras económicas y sociales que dificultan el acceso a la atención médica y a los medicamentos es esencial para reducir el distrés por diabetes.

Comentario

El distrés por diabetes es un aspecto importante y subestimado en la atención de pacientes con diabetes.
Como médicos, debemos ser conscientes de este fenómeno y estar preparados para identificarlo y abordarlo de manera efectiva. Al hacerlo, podremos ayudar a nuestros pacientes a alcanzar un mejor control de la enfermedad y a mejorar su calidad de vida.

Referencias

  • Fisher L, Mullan JT, Arean P, et al. Diabetes distress but not clinical depression or depressive symptoms is associated with glycemic control in both cross-sectional and longitudinal analyses. Diabetes Care. 2010; 33(1): 23-28.
  • Polonsky WH, Fisher L, Earles J, et al. Assessing psychosocial distress in diabetes: development of the diabetes distress scale. Diabetes Care. 2005; 28(3): 626-631.
  • Aikens JE, Bingham R, Piette JD. Patient-provider communication and self-care behavior among type 2 diabetes patients. Diabetes Educ. 2005; 31(5): 681-690.
  • Anderson RJ, Freedland KE, Clouse RE, Lustman PJ. The prevalence of comorbid depression in adults with diabetes: a meta-analysis. Diabetes Care. 2001; 24(6): 1069-1078.