Alexander Fleming:
Pionero en el uso de la penicilina
Alexander Fleming nació en Lochfield, un pequeño pueblo rural de Escocia, en 1881. Creció en una familia de campesinos y fue el tercero de cuatro hermanos del segundo matrimonio de su padre, quien había tenido antes otros cuatro hijos. Cuando tenía 7 años falleció su padre, quedando su madre a cargo de la parcela y de los hijos. En la escuela local adquirió buenos conocimientos básicos.
Estudios
A los 13 años fue a Londres, donde tenía un hermanastro que ya era médico y que lo apoyó para que estudie Medicina. En 1901 ganó una beca para estudiar en el St. Mary’s Hospital Medical School. Se graduó con máximos honores y aceptó un puesto allí mismo, como bacteriólogo. En 1906 se incorporó al Departamento de Inoculaciones, donde se trabajaba en proyectos sobre el sistema inmunológico con terapias de vacunación, sin químicos externos. Sin embargo, allí experimentó con salvarsán, la nueva droga para la sífilis creada por Paul Ehrlich. Adquirió amplia experiencia y llegó a tener una exitosa práctica, con pacientes ricos afectados por la sífilis.
En el ejército en la Primera Guerra Mundial
Durante la Primera Guerra Mundial trabajó en Francia en un laboratorio de heridas. Quedó impresionado por la alta mortalidad causada por las heridas infectadas. Al ver los tratamientos, observó que la antisepsis química podía ser contraproducente en algunos tejidos, dañando corpúsculos de los leucocitos.
Dos grandes descubrimientos
Los dos descubrimientos de Fleming ocurrieron en la década de 1920 y se dieron de una forma accidental bastante parecida. Descubrió la lisozima después de que unas mucosidades de un estornudo cayeron sobre una placa de Petri en la que crecía un cultivo bacteriano. Unos días después notó que las bacterias habían sido destruidas en el lugar donde había caído el fluido nasal. Así descubrió que había una sustancia en la mucosidad nasal que era capaz de desintegrar las bacterias; y la llamo lisozima, presente también en suero humano, lágrimas, saliva y fluidos naturales.
Unas vacaciones productivas
El histórico descubrimiento de la penicilina ocurrió en 1928. Antes de salir de vacaciones por dos semanas, olvidó una placa de Petri con estafilococo áureo fuera de la incubadora. Incidentalmente había caído alguna partícula de hongo de penicillium en esa placa. Probablemente la temperatura externa permitió que el hongo y la bacteria desarrollaran al mismo tiempo pues en la incubadora solo hubiera desarrollado la bacteria. Al regresar, describió que ocurrió una lisis, con debilitación y destrucción de las bacterias (como en sus estudios de las lisozimas). Descubrió que la sustancia antibacteriana era un moho producido solo por algunas cepas de penicillium notatum. A pesar de que no pudo aislarlo, denominó la sustancia activa penicilina.
En un inicio, consideró esta sustancia como un antiséptico tópico, por lo que no experimentó en animales de laboratorio infectados. Posteriormente manifestó también que no pudo investigar más por las dificultades en aislar y estabilizar la penicilina. Así, en la década de 1930 no se dio mayor atención a su publicación de 1929 en el British Journal of Experimental Pathology. La comunidad científica creyó que la penicilina solo sería útil para tratar infecciones banales y por ello no le prestó atención.
Desarrollo de penicilina
Cuando Fleming dejó de lado sus investigaciones sobre la penicilina, fueron el australiano Howard Florey y al alemán refugiado en Inglaterra, Ernst Boris Chain, de la Enfermería Radcliffe de Oxford, quienes continuaron esos experimentos en forma intensa y masiva. Para ello, contaron con importantes fondos de los Estados Unidos. Este país, luego del bombardeo de Pearl Harbor, intentó emular a la medicina miliar alemana que tenía las sulfamidas. Así, en Oxford y con el apoyo de un gran equipo, lograron desarrollar el método de purificación de la penicilina que permitió su síntesis y distribución comercial para el resto de la población. Como el Reino Unido tenía todas sus industrias dedicadas a las necesidades de la guerra, pusieron en los Estados Unidos plantas de producción dedicadas solo a la penicilina. De ese modo, en el desembarco del Día D en 1944, ya se disponía de suficiente penicilina para tratar a los heridos de las fuerzas aliadas.
Fleming también descubrió pronto que si se utilizaba muy poca penicilina, o por muy poco tiempo, se podía crear resistencia al antibiótico. En muchas conferencias solía insistir en que había que ser cauteloso en el uso de la penicilina y que había que utilizarla solo teniendo un diagnóstico claro.
Reconocimientos
Fleming no patentó su descubrimiento para que fuera más fácil su difusión para el tratamiento de las numerosas infecciones que azotaban a la población. Fue modesto al no destacar su parte en el desarrollo de la penicilina y solía mencionar que su fama era el “mito de Fleming”. La realidad es que una cosa llevó a otra. Así también lo reconoció el Comité del Premio Nobel en 1945, que otorgó el Premio de Medicina y Fisiología a Fleming, Florey y Chain.
En 1942 fue aceptado en la Royal Society y en 1944 recibió el título de Sir. Obtuvo reconocimientos internacionales y doctorados honoris causa de más de 30 universidades de Europa y América. Su laboratorio en el St Mary’s Hospital es hoy el Museo Fleming. En su alma mater –actualmente parte del Imperial College– está el Sir Alexander Fleming Building para estudios preclínicos.
Vida familiar
En 1915 Fleming se casó con la enfermera Sarah McElroy. Su único hijo, Robert, fue medico general. Sarah enfermó en 1948 y murió poco después. En su instituto en St. Mary’s Hospital conoció a una joven griega, la Dra. Amalia Koutsouri-Vourekas, con quien se casó en 1953. Él murió de un ataque cardiaco en 1955. Fue enterrado, como héroe, en la cripta de la Catedral de St. Paul en Londres.
Comentario
El aporte de Fleming al descubrimiento de la penicilina permitió luego la introducción de otros antibióticos, salvando millones de vidas. Esto significó un cambio drástico para la medicina moderna, iniciándose así la “era de los antibióticos”.
Además, al descubrir la lisozima como enzima con actividad antibiótica, dejó abierta la puerta al campo de la inmunidad innata que podría utilizarse con fines terapéuticos semejantes a los antibióticos. Por esta razón, Fleming es considerado el primero en descubrir una enzima antimicrobiana.
Referencias
- The Life Of Sir Alexander Fleming, J Cape, Maurois, A. 1959.
- Nobel Lectures 1942–1962, Elsevier Publ Comp, Amsterdam, 1964
- Penicillin Man: Stroud, Sutton, 2004. Brown, Kevin.
- Alexander Fleming: The Man and the Myth, Oxford Univ Press, 1984.
- “Alexander Fleming Biography”. The Nobel Foundation.1945.
- McIntyre N (2007). “Sir Alexander Fleming”. J Med Biogr 15 (4): 234.
- Diggins, F. The true history of the discovery of penicillin by Alexander Fleming, March 2003, Insititute of Biomedical Sciences, London.
- Fleming A. On a remarkable bacteriolytic element found in tissues and secretions. Proc Royal Soc Ser B 1922;93:306-17.
| “Mi mayor suerte consistió en ser educado como miembro de una familia numerosa en una granja. No teníamos dinero para gastar, pero tampoco teníamos gastos. Teníamos que inventar nuestras diversiones, pero era fácil. ¿No poseíamos los animales de la granja, los peces y los pájaros? Sobre todo, aprendíamos inconscientemente mil cosas que los habitantes de la ciudad ignorarán toda su vida”. Alexander Fleming |