Imagínese trazando una línea curva de color amarillo por encima de un lienzo blanco mientras piensa en el color que podrá añadir después. Imagínese torneando un pedazo de barro mientras aprende a manipular tan exquisito material para hacer una vasija. Tener talento para las artes es lo menos que importa cuando se trata de utilizar el trance creativo para mejorar su salud.
¡Cuánta falta nos hace respirar cultura cuando la enfermedad se ha apoderado de nuestro cuerpo! Múltiples estudios demuestran que el arte puede ser curativo, que crear o tener contacto con la creatividad de otro no solo aleja a los jóvenes de malos hábitos sino a los adultos de las tensiones de la vida diaria y a los enfermos de quedarse ofuscados pensando en su sufrimiento.
De hecho, muchísimos artistas se acercaron al arte, en primera instancia, para superar sus alteraciones emocionales que, convertidas en colores, formas y conceptos, ahora inundan museos y estanterías de bibliotecas.
Paul Gauguin 1888: “Van Gogh pintando Girasoles”, Museo Van Gogh, Amsterdam
Hoy día, la comunidad científica le ha puesto el nombre de Arte Terapia a una forma de psicoterapia que une las Bellas Artes, la Pedagogía, la Sociología y la Psiquiatría y desarrolla una serie de estrategias que ayudan al paciente en el curso del tratamiento de su enfermedad. Según médicos que han recomendado el Arte Terapia como parte del tratamiento indicado, los llamados “juegos creativos de exploración” mejoran la calidad de vida de un paciente sin importar la etapa de su enfermedad. Por otro lado, muchas personas han logrado compartir sus síntomas de forma más llevadera con sus familiares, luego de comenzar a ejercitar su creatividad.
Ya sea que el paciente tome un curso de arte plástico o que haga algún tipo de ejercicio creativo por su cuenta, ha quedado comprobado que miles de personas han logrado hacer su vida más llevadera luego de tomar un pincel en mano.
