Carta del Editor

Los principios y los valores
en una era de grandes cambios

En la actualidad, los cambios ocurren cada vez más rápido. Mucho de lo que tenía vigencia ayer ya dejó de valer hoy y es difícil imaginar lo que ocurrirá mañana. Ahora vemos transformaciones en casi todo, más aún en las ciencias y, muy en particular, en la medicina, también por el aporte de las nuevas tecnologías en la investigación y el desarrollo.

Hace tan solo unas décadas era impensable o extremadamente fantasioso imaginarnos comunicándonos en tiempo real –mirándonos a través de la pantalla de un teléfono liviano en la palma de nuestra mano– desde cualquier lugar del mundo, ¡en tiempo real, con sonido y a colores! O, por ejemplo, en el campo médico, recibir los resultados de laboratorio o de estudios de imágenes en pocos minutos por medios inalámbricos. Recuerdo como si fuera ayer el asombro que nos producía, en la década de 1970, ver una sola imagen tomográfica del cerebro después de una espera de cerca de un minuto. Hoy, en ese lapso podemos obtener un estudio de todo el cuerpo con una gran calidad, que deja como algo borroso aquella imagen que veíamos antes. ¡Ni qué hablar ahora de la inteligencia artificial!

Podemos también visualizar mejor esa aceleración cuando consideramos que las enseñanzas de Galeno del siglo II de nuestra era dominaron la medicina por más de mil años, y que nuestra vida en promedio no llega a un siglo.

Sin embargo, así como la información y los conocimientos pueden ser cambiantes y a veces volátiles o efímeros, hay algo esencial en la vida y en la sociedad que son los principios y los valores. Estos perduran e, inclusive, se pueden afianzar mejor con el tiempo y el desarrollo. En ese sentido, como individuos libres y, más aún, como profesionales médicos, tenemos el compromiso de preservar y cuidar los principios y valores, entre los que destacan la dignidad y la integridad. En medicina, estos van junto con la compasión, la empatía, la sensibilidad, así como con el respeto a la libertad y a la privacidad de los pacientes. Esta solidez de principios también se puede expresar en nuestros actos y en el desarrollo de nuestra profesión.

En este número de Galenus incluimos artículos sobre distintos campos, como la salud mental, la dermatología y, en especial, la medicina de emergencias, acerca de la cual incluimos un suplemento con temas destacados para momentos críticos. También incluimos temas relacionados con los niños –quienes serán adultos en menos de dos décadas–, en especial sobre la importancia de la vacunación, entre varios otros artículos de interés. Todos estos han sido preparados con el criterio que nos guía siempre, el de compartir para progresar.

¡Saludos, amigos!