¿Por qué psiquiatría?

Siendo la cuarta de cinco hermanos, siempre estuve interesada en entender a las personas, sus pensamientos, sentimientos y motivos detrás de sus acciones. Haber asistido a una escuela construida entre un cementerio y un hospital estimuló desde niña mi interés en la medicina. Pero no fue hasta años más tarde cuando descubrí mi pasión por la salud mental. Un compañero de universidad me sugirió un curso de Psicología de Niños y Adolescentes. En este aprendí, que el bienestar personal tiene un componente físico y uno mental, y que cualquier disrupción a una de estas partes puede afectar a la otra. Esto me hizo pensar en unir mi interés por la medicina con mi curiosidad por entender el comportamiento humano y continuar así en Psiquiatría.

Todas las ramas de la Medicina que he conocido me fascinaron. Sin embargo, lo que más me gusta es hablar con los pacientes y ayudarlos a resolver sus problemas. En mis rotaciones clínicas frecuentemente escuché, “Doctora, usted no entiende… usted no ha pasado por esto”. Muchas veces esto es cierto. Pero, a mi entender, no se requiere de este tipo de comprensión para ayudarlos. Busco ayudar a mis pacientes a entenderse a sí mismos, a reflexionar sobre sus problemas, a examinar posibles opciones y proveerles las herramientas necesarias para que ellos puedan enfrentarlos, luchar contra ellos y reducir su angustia mental. No obstante, a veces el aspecto fisiológico y los desbalances bioquímicos pueden impedirles trabajar en sus problemas. Así, en algunos casos, con la ayuda de medicamentos para estabilizar los neurotransmisores, el paciente puede llevar a cabo un proceso de pensamiento más racional.

Ahora en que enfrentamos una crisis de la salud mental, siento que es un privilegio que mis intereses me hayan guiado hacia la Psiquiatría. Me queda mucho por aprender, y espero ansiosamente los desafíos por venir en esa etapa profesional.