Yo me hice la prueba:
Sobre la prueba para detectar VIH
La epidemia de VIH/SIDA persiste a pesar de la dramática mejoría en la disponibilidad de tratamiento durante los últimos veinte años. También, se conoce que ahora la incidencia de casos de SIDA ha disminuido en un 38% en las segunda y tercera décadas de la epidemia, las muertes causadas por SIDA han disminuido en un 63%, pero continua en aumento la incidencia de nuevos casos.
De hecho, se estima que la mitad de las nuevas infecciones son el resultado de la trasmisión del virus por individuos que desconocen su diagnóstico. El CDC estima que aproximadamente un 21% de la población que vive con VIH en los Estados Unidos y en Puerto Rico, desconoce su estatus.
Desde el inicio de la epidemia del VIH/SIDA, el estigma ha sido unos de los obstáculos principales para una prevención efectiva y para un adecuado cuidado de la salud. Las personas que viven con el VIH/SIDA enfrentan fiscalización, marginación, discriminación. Además, hay un malentendido sobre los riesgos de la trasmisión.
Campaña de diagnóstico temprano
La Campaña “Yo me hice la prueba” describe el lema de la nueva estrategia del Día Nacional de hacerse la prueba (2012). Se trata de una estrategia de promoción en masa para la detección temprana de nuevos casos con diagnóstico VIH positivo. Esta campaña busca disminuir el estigma que rodea la prueba de VIH y conectar a la ciudadanía con servicios en la comunidad.
Es muy robusta la evidencia de que un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son de suma importancia para los que viven con VIH, además de reducir la propagación del VIH. A pesar de ello, la mayoría de la población y, en específico, aquellos con comportamientos de alto riesgo de infección, no se han hecho la prueba.
¿Podría la prueba de VIH en masa terminar con la epidemia del SIDA?
Para los escépticos, sería una pérdida de tiempo y dinero. Pero lo expresado por el Dr. Julio Montaner, renombrado experto y director del Centro de Excelencia de VIH/ SIDA en Canadá, nos dio luz y esperanza durante la Conferencia Internacional de SIDA celebrada este pasado julio en Washington D.C.: “Si paramos la trasmisión del VIH podemos parar la enfermedad. El tratamiento de VIH es la herramienta de prevención más efectiva que poseemos actualmente. Pero tenemos que comenzar haciendo pruebas de VIH en masa, identificando a las personas VIH positivas, ofrecerles cuidado médico y comenzar el tratamiento antirretroviral. De esa manera, alcanzaremos la meta de extender y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes. Al suprimir su contaje viral, evitaremos nuevas infecciones”.
Cuando hablamos de pruebas en masa, nos referimos a programas de cernimiento de VIH, en especial en las salas de emergencias y en los departamentos de cirugía de nuestros hospitales. Este mensaje va dirigido también a las clínicas de cuidado primario (Medicina Interna, Medicina General, Medicina de Familia y Obstetricia y Ginecología). Esta campaña en masa para detección y prevención puede contribuir también a la educación y a mejorar el problema de estigma.
Comentario
En nuestra próxima intervención médica podríamos comenzar una comunicación médico-paciente diciendo: “Yo me hice la prueba, ¿y tú?”. De esa manera, pediríamos la prueba de VIH, tal como se hace con el Papanicolau o el PSA.