Objetivos claros y trabajo en equipo
Cada día de nuestras vidas es una nueva oportunidad para seguir desarrollándonos, aprendiendo y avanzando en dirección a lo que aspiramos y a nuestros objetivos. Estas aspiraciones y objetivos pueden ser tan variados como número de personas hay en el mundo, e ir desde metas básicas de supervivencia hasta anhelos sentimentales o asuntos materiales, por mencionar solo algunos ejemplos.
Es importante tener los objetivos claros y definidos, lo que a su vez puede requerir de un momento de planificación para ordenar nuestras ideas y pensamientos tratando de imaginar o visualizar hacia dónde nos dirigimos. Parte de ese análisis requiere definir si estamos solos, si pertenecemos a un equipo, si tenemos asesores, recursos y medios, y también pensar en las trabas o dificultades que podrían surgir.
Los dos conceptos previos, los objetivos y la planificación, pueden sonar muy sencillos o lógicos, pero la realidad es que en un altísimo porcentaje no solemos considerarlos durante nuestro quehacer diario; y esto ocurre tanto al individuo que hace el trabajo más humilde como a los líderes de empresas, gobiernos o familias, entre muchos otros.
Estos conceptos son aún más importantes en algunas actividades en las que es necesario el trabajo en equipo, como ocurre en la medicina, con infinidad de problemas que tienen que resolverse todos los días, pero también es válido en las empresas y familias. Si tenemos definidos los objetivos, si tenemos definidas las funciones de cada uno, si estamos bien informados y preparados –y si además hay voluntad e interés– indudablemente el éxito estará más cercano.
La importancia del esfuerzo bien estructurado –con objetivos y planificación– y del trabajo en equipo pueden apreciarse en muchas de las opiniones presentadas en este número de Galenus. La vemos en la voz de alerta ante la reciente epidemia del zica y la necesidad de implementar un esfuerzo en equipo para proteger sobre todo a las gestantes y sus bebes, la vemos también en el esfuerzo diario de los médicos endocrinólogos, reumatólogos o cardiólogos intervencionistas para ayudar a resolver problemas médicos complejos trabajando en equipo a todo nivel. Y también la vemos en los ejemplos de las figuras mencionadas en los artículos de historia, tanto en el esfuerzo del Dr. Hernández Torres en las distintas funciones de nuestro sistema de salud, como en la vida, la obra y las enseñanzas del Dr. Ramón y Cajal, que sirvieron para dejar un mundo mejor, trabajando con el objetivo claro de compartir para progresar.
¡Saludos, amigos!