Carta del Editor
Los retos y
las oportunidades de mejorar
Los retos –llámense problemas, inconvenientes, objetivos que parecen inalcanzables, o situaciones difíciles y de incertidumbre– son parte de la vida. Ellos nos ayudan a ser mejores, a descubrir cosas nuevas y a progresar. En el camino podremos cometer equivocaciones y fallar muchas veces, ya que las soluciones a los grandes retos no suelen ser inmediatas. Por otro lado, teniendo preparación, práctica y –sobre todo– voluntad, la probabilidad de resolver un reto será mucho mayor.
Cuando aprendimos a caminar, nos tropezamos muchas veces; cuando fuimos a la escuela, los maestros trataron de corregir nuestros errores; cuando estudiamos una profesión, tuvimos que avanzar por etapas, paso a paso. Aprender toma tiempo. No es sencillo atender a un paciente en una unidad de cuidados intensivos, decidir sobre un tratamiento oncológico, interpretar unas imágenes radiológicas complejas ni hacer alguna cirugía. El aprendizaje, el estudio, la práctica y la experiencia van mejorando poco a poco nuestras capacidades, habilidades o destrezas. Para eso, se requieren la voluntad de aprender y la tenacidad de pasar por distintas etapas. Esto ocurre en todos los oficios, profesiones, actividades y campos donde nos toque desempeñarnos. Indudablemente, a ello se debe sumar los valores y principios, que son los que dan solidez a todo lo que hacemos.
A nivel de la sociedad también surgen retos importantes. Nos ha tocado empezar esta década en Puerto Rico con una crisis por movimientos sísmicos, que se viene a sumar a problemas pendientes originados por los huracanes de 2017 y a situaciones administrativas complejas. A todo esto se agrega ahora una nueva pandemia viral. Estas circunstancias requieren muchas veces de una respuesta individual, ya que nos afectan o comprometen directa o indirectamente.
Ante los retos debemos mantener la entereza, la empatía y, en especial, tener claros nuestros objetivos para, con energía y paciencia, seguir el camino e ir sorteando obstáculos y así poder alcanzar nuestras metas. En este sentido, cabe mencionar aquí dos frases clásicas: “El único hombre que no se equivoca es el que no hace nada” y “El mayor de los errores es no hacer nada”.
En este número de Galenus incluimos artículos sobre temas importantes en los que se presentan avances en distintos campos médicos, así como información que esperamos disfruten y les sea de utilidad, ya que se trata de material que ha sido preparado con el objetivo que nos acompaña siempre, que es el de compartir para progresar.
¡Saludos, amigos!