Comprendiendo al estudiante con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
De los niños que entran al sistema escolar cada año, se estima que del 3 al 5% puede padecer de TDAH (o ADHD). El diagnóstico de esta condición ha ido en aumento, habiéndose reportado de 2003 a 2007 en los Estados Unidos un aumento del 7,8% y, de 2007 a 2011, un aumento del 11%. Por eso, si hay problemas académicos o de conducta, se debe descartar TDAH y así mantener el aprendizaje y evitar problemas conductuales o emocionales. Estos jóvenes van a la escuela como cualquier otro estudiante, con metas académicas y sociales, buscando tener buenas notas, estar bien con sus amigos y hacer un buen trabajo para complacer a sus padres.Presentación
Los problemas de conducta o de aprovechamiento académico se pueden presentar en general en todos los estudiantes, pero aquellos con TDAH pueden mostrar conducta impulsiva o dificultad en controlar su hiperactividad o inatención. Se pueden interpretar como conductas malas o manipulativas, pudiendo ser, a veces, problemas que ellos no pueden controlar.
Ejemplos de estas conductas con TDAH son:
- Dejan su asiento y corren de manera excesiva;
- Parece que siempre tienen que estar ocupados;
- Tienen dificultad para prestar atención en clases;
- Muestran falta de atención a detalles de sus trabajos, cometiendo errores por descuido o inatención;
- Se distraen fácilmente por sonidos o compañeros;
- Pierden los materiales escolares;
- Olvidan entregar trabajos o proyectos realizados;
- Tienen dificultad para terminar sus trabajos;
- Tienen dificultad para cumplir órdenes múltiples;
- Dan las respuestas cuando no se les pregunta;
- Impaciencia o inseguridad al hacer trabajos;
- Se inquietan o se agitan fácilmente; y
- Cuando otros realizan actividades de alta emoción, suelen distraerse y cometer errores por dificultad para controlar impulsos y para decir “no” a actividades que causen problemas.
Tratamiento
Los medicamentos pueden ayudar a mejorar la atención, el enfoque, el comportamiento dirigido hacia metas y las destrezas de organización. Los medicamentos de mayor ayuda incluyen los estimulantes y los no estimulantes.
También se pueden incluir terapias conductuales y cognoscitivas. Estas últimas pueden ayudar al desarrollo de destrezas adaptativas en situaciones sociales y académicas y cambiar los pensamientos negativos que puedan causar baja autoestima y depresión. Las terapias conductuales pueden ayudar a controlar los impulsos, mejorar patrones académicos y a desarrollar un ambiente familiar estructurado para disminuir las dificultades a la hora de estudiar. Además, podemos dar un tratamiento de índole neurocognitiva que atiende destrezas de memoria, matemáticas y seguimiento de instrucciones.
Recomendaciones en el hogar
En el hogar, se recomienda organizarse. Esto quiere decir: usar calendarios, organizar el tiempo, papeles y materiales escolares. Además, se debe identificar las expectativas y metas para el año escolar y organizar las actividades extracurriculares. Debe haber un marco de apoyo enfocado en las habilidades y trabajando con los problemas individuales. Además, se debe mantener formas claras de recompensas.
Comentario
Si existe la duda de que un estudiante tenga TDAH, debe ser evaluado en forma especializada y cuidadosa para poder ofrecerle las mejores alternativas de tratamiento.
Bibliografía
- Akinbami, LJ., Liu, et al. (2011). ADHD among children aged 5–17 years in the United States, 1998–2009. NCHS data brief. 70.
- Increasing Prevalence of Parent-Reported ADHD Among Children – United States 2003 and 2007 Morbidity and Mortality Weekly Report (MMWR); November 12, 2010 / 59(44);1439-1443.