MOTIVANDO
Definir nuestras posibilidades y oportunidades
El futuro cercano se presenta con varios cambios y con muchos retos. Debemos estar listos para descubrir las posibilidades y oportunidades que se nos presenten y, además, tenemos que ser creativos, confiar en nosotros mismos y tener un plan para convertir lo invisible en visible.
La planificación es indispensable para garantizar buenos resultados que marquen la diferencia en nuestras vidas. La planificación es la capacidad de visualizar el futuro en el presente y de desarrollar un plan de trabajo para conseguir los objetivos y las metas deseadas. Por otro lado, la improvisación es todo lo contrario. A muchas personas que no logran los resultados deseados les ocurre esto porque no tienen un plan y porque viven improvisando. Por lo general, resulta difícil obtener buenos resultados con acciones improvisadas.
La planificación es un elemento indispensable para tener éxito en la vida. Las decisiones que uno tomó en el pasado se ven reflejadas en los resultados de hoy, y las decisiones que se tomen hoy tendrán un resultado en el futuro. Para planificar es necesario saber lo que se desea lograr. Para esto, uno debe conocerse como persona y reconocer el potencial y también las debilidades propias. Uno debe tener claro dónde está y a dónde quiere llegar. Es importante entender que la planificación semeja a escribir nuestra historia en forma anticipada o a preparar un mapa que nos lleve a la meta propuesta. La planificación de nuestro futuro va a depender del interés, del compromiso, del deseo que tengamos en lograr resultados diferentes. Muchas veces las personas no tienen éxito por no planificar. Cada uno tiene que entender que es el diseñador o el arquitecto de su propio futuro.
También la falta de información o análisis hacen que no se logran buenos resultados. Así, por ejemplo, muchas personas trabajaron por décadas y al final no tienen cómo vivir. Muchos llegaron a la edad de jubilación en quiebra y sin ingresos. Por eso, también es importante planificar la economía; cuando esta no se planificó bien y se pensó que se viviría del seguro social se tendrá al final un déficit anual muy grande y se deberá disminuir los gastos considerablemente.
Sin embargo, aún más importante que las finanzas es aprender a usar bien nuestro tiempo. Si, por ejemplo, consideramos un tiempo de 70 años, habremos pasado un 30% durmiendo lo que representan más de 20 años, otro 30% trabajando o estudiando y el resto del tiempo comiendo, en distracciones, en transportarnos, compartiendo con la gente o leyendo, entre muchas otras actividades posibles. La utilización de nuestro tiempo y de nuestras capacidades es importante para poder planificar. Muchas veces somos conscientes de que no usamos el tiempo eficientemente; reconocer, analizar y resolver esto es indispensable para tener éxito en la vida. Estudios estadísticos grandes nos indican que en promedio podemos llegar a desperdiciar de 18 a 25 horas semanales, lo que serían unas 1,000 horas al año. En otras palabras, en 30 años desperdiciaríamos así unas 30,000 horas de vida. Este desperdicio se puede reflejar en no tener el tiempo necesario para alcanzar nuestras metas y lograr los resultados deseados.
Para todos y cada uno de nosotros el día tiene las mismas 24 horas. Planificar esas horas de una forma eficiente nos puede facilitar mucho llegar a tener una vida exitosa.
* www.reinventateahora.com