Degeneración macular asociada con la edad (DMAE)
Félix J. Fojo, MD
felixfojo@gmail.com
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Si se presentan ambos signos hay alta probabilidad de que se trate de una enfermedad retiniana denominada degeneración macular asociada con la edad (DMAE). Esta se debe a un trastorno degenerativo de la red vascular que nutre la mácula, pequeña zona central retiniana que nos provee agudeza visual y percepción de detalles, a diferencia de la visión gruesa o de objetos, de la que se encarga el resto de la retina.
Los vasos sanguíneos que irrigan la mácula se vuelven finos y frágiles, lo que produce un efecto de disminución del aporte de oxígeno a la misma con el consecuente deterioro y pérdida de sus capacidades.
El proceso de degeneración macular se asocia con frecuencia a la edad, generalmente sobre los 60 años, lo que se debe considerar para el diagnóstico precoz. También hay un factor hereditario (mutación del gen factor H) y étnico (más frecuente en raza blanca). El tabaquismo, la ingesta de grasas, el colesterol alto, la obesidad y el género femenino favorecen su aparición.
Fisiopatológicamente se divide en:
- DME seca: con depósitos engrosados amarillos alrededor de los vasos sanguíneos dañados. El 90% de los casos son de este tipo y pueden evolucionar a:
- DME húmeda: con crecimiento de vasos de neoformación en la zona de la coroides que producen pequeñas hemorragias que comprometen mucho más la visión. El 10% de los casos son de este grupo.
La DME se va incrementando a medida que la esperanza de vida aumenta, sobre todo en los países con más nivel económico. Oftalmólogos altamente especializados en trastornos de la retina hacen el diagnóstico y el tratamiento (inclusive con anticuerpos monoclonales intracavitarios).