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SUPLEMENTO SPED

Diabetes mellitus tipo 2:

Más allá de un abordaje glucocéntrico

Nicolle M. Canales-Ramos, MD
Nicolle M. Canales-Ramos, MD
Endocrinóloga Catedrática auxiliar, Departamento de Endocrinología, Recinto de Ciencias Médicas, Universidad de Puerto Rico, Presidenta, Comité de Educación a la comunidad, Sociedad Puertorriqueña de Endocrinología y Diabetología (SPED)

Introducción

La diabetes tipo 2 es una enfermedad compleja que re-quiere un enfoque integral que vaya más allá del control de la glucosa en sangre. En este artículo mencionamos cómo abordar específicamente la salud cardiorrenal, la salud hepática y la reducción de la grasa hepática, y también indicamos cómo mejorar los resultados car-diovasculares en los pacientes con diabetes tipo 2.

Salud cardiorrenal

La relación entre la diabetes tipo 2 y la salud cardio-rrenal es bidireccional y crucial para el manejo óptimo de la enfermedad. Los pacientes con diabetes tipo 2 tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar enfermedad cardiovascular y enfermedad renal. Por lo tanto, es esencial adoptar un enfoque integrado que aborde tanto la prevención como el manejo de estas complicaciones.

Enfermedad renal

Para prevenir la progresión de la enfermedad renal en pacientes con diabetes tipo 2, es fundamental controlar la presión arterial de manera estricta, mantener un per-fil lipídico saludable y promover cambios en el estilo de vida.

Además, el uso de inhibidores del sistema renina-an-giotensina-aldosterona, los inhibidores del cotranspor-tador de sodio-glucosa 2 (iSGLT2) y la finerenona –un Diabetes mellitus tipo 2:Más allá de un abordaje glucocéntricoantagonista del receptor mineralocorticoide (ARM)–, han demostrado ser beneficiosos en la reducción de la proteinuria y en la progresión de la enfermedad renal en esta población.

Enfermedad cardiovascular

En cuanto a la enfermedad cardiovascular, es funda-mental el control adecuado de los factores de riesgo como la hipertensión arterial, la dislipidemia y el ta-baquismo. Además, se ha demostrado que el uso de medicamentos como los inhibidores del cotransportador de sodio-glu-cosa 2 (iSGLT2) y los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón 1 (GLP-1) no solo mejora el control glucémico, sino que también reduce el riesgo de eventos cardiovasculares mayores en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular establecida.

Salud hepática no alcohólica (EHNA)

La enfermedad del hígado no alcohólico (EHNA) es una complicación cada vez más común en pacientes con diabetes tipo 2, especialmente en aquellos con obesidad y resistencia a la insulina. La EHNA abarca un espectro que va desde la esteatosis hepática sim-ple hasta la esteatohepatitis no alcohólica y cirrosis. La prevalencia de la EHNA en pacientes con diabetes tipo 2 es alta, y se estima que hasta el 70% de los pa-cientes con diabetes tipo 2 tiene EHNA.

El manejo de la EHNA en pacientes con diabetes tipo 2 implica una combinación de cambios en el estilo de vida, incluida la pérdida de peso, la actividad física re-gular y la modificación de la dieta. La reducción del consumo de grasas saturadas y carbohidratos refinados, junto con un aumento en la ingesta de fibra y ácidos grasos omega-3 puede ayudar a mejorar la esteatosis hepática y reducir la inflamación hepática en estos pa-cientes.

Foto: Imagen de ultrasonido del lóbulo hepático superior derecho que muestra hígado graso: el hígado presenta una ecogenicidad aumentada con pérdida de la ecogenicidad de la pared de la vena porta. El lóbulo hepático derecho posterior es difícil de apreciar (esteatosis hepática/hígado graso de grado 3).

Mejora de los resultados cardiovasculares y reducción de la grasa hepática

Además de los tratamientos farmacológicos, los cambios en el estilo de vida desempeñan un papel funda-mental en la mejora de los resultados cardiovasculares y en la reducción de la grasa hepática en pacientes con diabetes tipo 2. La pérdida de peso a través de una combinación de dieta saludable y ejercicio regular pue-de tener un impacto significativo en la salud metabóli-ca de estos pacientes.

La actividad física regular no solo ayuda a controlar el peso y mejorar el control glucémico, sino que también reduce la grasa visceral y la grasa hepática, lo que pue-de tener efectos beneficiosos en la salud cardiorrenal y hepática. Además, la limitación de alimentos proce-sados y azúcares refinadas puede ayudar a mejorar los resultados cardiovasculares y reducir el riesgo de com-plicaciones hepáticas en pacientes con diabetes tipo 2.

Conclusión

El manejo óptimo de diabetes tipo 2 requiere de un enfoque integral que aborde tanto el control glucémico como otros aspectos importantes de la salud, incluida la salud cardiorrenal y hepática. Al adoptar estrategias que vayan más allá del tratamiento glucocéntrico tradicional y se centren en la prevención y el manejo de las compli-caciones cardiovasculares y hepáticas, podremos mejorar significativamente los resultados clínicos y la calidad de vida de nuestros pacientes con diabetes tipo 2.

Referencias

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