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El calor vs. el costo de consumo eléctrico
Se acercan los meses de verano y, con ellos, el típico calor de Puerto Rico. Llegamos a nuestro hogar y sentimos el fogón. Primera reacción: “Voy a prender el aire“ (si lo hay), o “Aquí hay que poner un aire”. Enseguida nos acordamos de la factura de “la luz” y decimos: “¡Wow…! ¿Qué hacer?”. En el momento en que decidamos comprar o reemplazar un acondicionador de aire, una de las consideraciones principales debe ser el nivel de eficiencia del mismo, no sólo para alcanzar así el confort necesario, sino también para minimizar el consumo y el gasto eléctrico. Hoy en día se han desarrollado, con este propósito, sistemas de acondicionadores de aire de 19.00 SEER o más. Establecido por el Departamento de Energía de los Estados Unidos, el término SEER es el factor que utiliza la industria de acondicionadores de aire para medir la relación entre el gasto de energía y cuán eficientemente se consume la misma, teniendo en consideración las diferentes estaciones del año. Es decir, cuánta electricidad se consume mientras se disfruta del confort que brinda el aire acondicionado. Por esta razón, es importante elegir una unidad de aire con un alto SEER.
¿Qué significa para el consumidor el término SEER? Alta eficiencia o un alto SEER se traducen en mayor eficiencia energética. En otras palabras, a mayor SEER, más dinero se podrá ahorrar en la factura de electricidad. Al presente, un SEER de 10.00 (unidades fabricadas hasta enero de 2006) denota una baja eficiencia; 13.00 SEER es el estándar desde enero de 2006; y se puede decir que de 14.00 SEER en adelante, se trata de alta eficiencia.
Un sistema de mayor eficiencia consume menos electricidad para lograr el mismo nivel de confort. Si un acondicionador de aire tiene más de 10 años, este podría ser de un SEER menor de 10.00. Si comparamos el costo anual de consumo eléctrico de un acondicionador de aire de 8.00 SEER y un nuevo sistema con SEER de 14.00, podríamos ahorrar hasta un 43% o $571.00 al año en el costo de energía, dependiendo del uso. Los ahorros que se obtienen ayudan a pagar la nueva unidad en un tiempo determinado.
Al momento de adquirir o reemplazar un acondicionador de aire, se debe considerar lo siguiente: capacidad de enfriamiento, SEER, humedad relativa de la habitación, instalación del equipo y la garantía ofrecida. Por eso es recomendable consultar a un representante especializado o a un técnico de refrigeración para tener información sobre el sistema adecuado.