El Dr. Francisco Oller y la viruela
En este artículo revisamos algunos aspectos sobre la lucha contra la viruela en Puerto Rico, en especial al momento inicial del empleo de las vacunas, que en el caso específico de la viruela han tenido un éxito total al lograrse erradicar esa enfermedad. En este caso de salud pública vemos también cómo, a veces, con ingenio, buena voluntad y mucho esfuerzo se pueden obtener logros y sacar las cosas adelante.
La viruela y su vacuna
La viruela era causada por un el variola virus y trasmitida por las vías respiratorias. Era una de las enfermedades más temidas y se dice que en el siglo XVIII murieron de esa enfermedad solamente en Europa unos 60 millones de personas. En el siglo XIX fallecieron muchas más. Los europeos trajeron la enfermedad a América y en 1518 ocurrió la primera epidemia en la isla La Española y también en Puerto Rico, afectando a los indios tainos. Una tercera parte de la población que habitaba en ese entonces estas islas falleció. El Dr. Edward Jenner, un médico de campo en Inglaterra, observó que las ordeñadoras de vacas que contraían la enfermedad de viruela bovina (cowpox) no contraían la viruela durante los brotes. Esto lo llevó a desarrollar la primera vacuna contra la viruela, lo que a su vez inmortalizó a Jenner en la medicina mundial. Él publicó sus primeros trabajos en 1798 en una revista inglesa.
La viruela y las colonias españolas
Cuando en 1802 comenzó un brote de viruela en Bogotá, el Consejo Municipal le solicitó ayuda al Rey de Carlos IV de España. El médico de la Corte, el Dr. Francisco Javier de Balmis, fue la persona designada para llevar la vacuna a América. Pero fue un problema definir la forma como se llevaría la vacuna. Finalmente, se escogieron 22 niños de un orfelinato de La Coruña como portadores sucesivos de la vacuna. Fue así como se procedió a inmunizar a dos niños el 30 de noviembre de 1803 y se partió de Galicia. Cada 9 a 10 días se pasó a otros dos niños hasta llegar a San Juan el 9 de febrero de 1804.
En Puerto Rico, el Dr. Francisco Oller, médico militar en San Juan, estaba consciente de la solicitud a España y de la vacuna. Por otro lado, el Obispo Juan de Arizmendi debía salir hacia Venezuela en esos días y debía ser vacunado. El Dr. Oller se había enterado de casos ya vacunados en la isla danesa de San Thomas. Fue así como logró obtener linfa de esos pacientes usando unos hilos y vidrios; además de eso, llegó a San Juan una niña ya vacunada.
El gobernador Ramón de Castro fue el motor de esa gesta y quien ordenó al Dr. Francisco Oller y al Dr. Tomás Prieto llevar a cabo la vacunación, la cual se inició con éxito el 28 de noviembre de 1803. El 17 de diciembre ya se vacunaba en forma sistemática a todas las personas en San Juan. Entre los vacunados se incluyó al recién llegado Obispo Arizmendi, quien partiría para Venezuela con la autorización del gobernador. En un mes se llegó a vacunar hasta 5000 residentes de San Juan. El 13 de febrero de 1804 se desató una epidemia en la isla y se tuvo que paralizar la vacunación.
La Expedición de Balmis y Puerto Rico
Al llegar a la isla la vacuna de la Expedición de Balmiscomo se denominó a la misión que vino de España y cuya denominación oficial era Real Expedición Filantrópica de la Vacuna de Viruela– el Dr. Balmis criticó la vacunación realizada por el Dr. Oller y ordenó volver a vacunar a las personas, incluyendo al Obispo.
Al iniciar esto, se encontró que los niños en San Juan ya habían sido vacunados y muchos vacunados por Oller no reaccionaron, demostrándose que sí estaban inmunizados. Entre los que no reaccionaron estaba el Obispo Arizmendi. A raíz de esto se estableció una polémica entre Oller y Balmis. Pero el Gobernador de Castro respaldó al Dr. Oller y así lo informó al Rey en una misiva.
Después de esto, la vacuna también tenía que llevarse a Venezuela y desde allí a los demás países de América del Sur. Se trató de conseguir niños para llevar la vacuna pero las madres se oponían, hasta que se les pagó y aceptaron dejar que sus hijos fueran a Venezuela. Desde allí se expandió la campaña a Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, y otro grupo siguió a Cuba, México, Filipinas y China.
En Puerto Rico no se llegó a vacunar a todas las personas y hubo brotes en las décadas de 1880 y 1890. Luego de la derrota española en la guerra con los Estados Unidos, el gobernador militar ordenó vacunar a toda la población bajo supervisión militar y de esa manera disminuyeron drásticamente las muertes. Los últimos casos reportados fueron en 1921. En 1980 se erradicó la viruela en el mundo.
Sobre el Dr. Francisco Oller
El Dr. Francisco Oller era el abuelo paterno de nuestro reconocido pintor Francisco Oller y Cestero. Había nacido en Cataluña en 1758 e hizo su bachillerato en el Real Colegio de Barcelona y se doctoró como médico-cirujano en el Real Colegio de Cádiz. Entró a servir en el muy reconocido Batallón de las Reales Guardias Valonas en 1779. En 1784 fue asignado a la isla española de Santo Domingo y algunos años después, en 1789, se trasladó a Puerto Rico.
En nuestra isla fue Cirujano Mayor del Hospital Militar de Puerto Rico y dedicó el resto de su vida al servicio en los principales puestos militares. En 1815 fue nombrado “Protomédico de la Ciudad e Isla” por el Gobernador Salvador Meléndez. Laboró por 21 años continuos sin sueldo en esa y en otras posiciones civiles. El Rey de España lo condecoró con la Cruz de Carlos III.