El manejo clínico
de la comunidad LGBT
Los temas médicos relacionados con la salud de las personas de la comunidad LGBT podrían ser a veces vedados o dejados sin discusión. Esto se puede deber a cierto estigma o discriminación.
Primero debemos de definir algunos términos:
- Gay/homosexual/lesbiana: es aquella persona que siente atracción por personas de su mismo sexo y tiene relaciones sexuales y sentimentales con personas de su mismo sexo;
- Bisexual: es aquella persona que siente atracción tanto por personas de su mismo sexo como del opuesto, y se relaciona sexualmente con ambas; y
- Transgénero: es aquella persona cuya identidad sexual es diferente a la del género que tuvo al nacer. También, hay personas que no se identifican con ninguno de los anteriores y tienen relaciones con personas de su mismo sexo, de ambos sexos o son asexuales. Estos pacientes no se adjudican la pertenencia a ninguno de los grupos antes definidos.
Una buena parte de la población LGBT carece de los cuidados necesarios de salud, bien sea por estar estigmatizados, por temor a ser juzgados al buscar cuidados de salud y/o por sentir falta de empatía al llegar a las diferentes áreas de salud. Por eso, queda en nosotros, como profesionales de la salud, ofrecerles empatía y seguridad en nuestras oficinas y que el ambiente sea inclusivo desde el ingreso. Para crear una buena comunicación, es bueno preguntar al paciente su nombre y cómo desea ser identificado o cómo debemos llamarlo. En al área de enfermería, se le debe preguntar por su género al nacer y con cuál se identifica. Dándole esa confianza y con un trato profesional, se sentirá más seguro y eso facilitará tratar en la consulta temas de rigor:
- Enfermedades de transmisión sexual: se deben hacer por lo menos 2 veces al año las pruebas de VIH, sífilis, clamidia, gonorrea, hepatitis, HPV;
- Abuso de sustancias: se debe conversar con los pacientes sobre este tema, ya que son más propensos al uso de estas, también, debido al estigma, a la depresión y al rechazo que experimentan;
- Violencia de parejas: los estudios demuestran que entre estas parejas hay una alta tasa de maltrato (mayormente psicológico), el cual no es reportado ni tratado por miedo al rechazo;
- Salud mental: en esta población hay más depresión, por estigma y rechazo de la comunidad o familia y, a veces, hasta entre los pares;
- Dismorfia corporal: puede haber desórdenes de alimentación, baja autoestima, discriminación, depresión y visualización poco realista del cuerpo;
- Reproducción y fertilidad: explorar los deseos del paciente y ayudarlo, en lo posible, a esto;
- Terapia hormonal: discutir con el paciente si desea la misma, informando sobre sus pros y contras, y sobre cómo se daría;
- Cernimiento de cáncer cervical: hacerlo por lo menos una vez al año en mujeres y transgénero;
- Cernimiento de cáncer de próstata: hacerlo una vez al año en pacientes masculinos y transgénero;
- Cernimiento de cáncer de mama: una vez al año en pacientes de 45 a 54 años; si hay historial familiar, desde los 40 años; anualmente; después de los 55 años, cada 2 años hasta los 74 años; si está en tratamientos con estrógenos también debe evaluarse;
- Pruebas de laboratorio de rutina: debe realizarse análisis de laboratorio cada 3 a 6 meses; También se debe evaluar para otras enfermedades y situaciones como las de cualquier paciente regular: diabetes, hipertensión, dislipidemia, etc.
Si el médico entiende que no puede o no debe tratar al paciente, lo conveniente es referirlo a un colega que sí pueda hacerlo; así, el paciente se sentirá en un área de tratamiento responsable. De nosotros depende que estos pacientes reciban tratamiento con respeto y equidad y que no sientan temor de buscar asistencia médica. Siendo más empáticos tendremos un mejor mundo, sin contagios de VIH y otras enfermedades.