El National Cardiovascular Data Registry en Puerto Rico:
Todos por la calidad del cuidado cardiovascular
La expansión de la base del conocimiento científico y de la complejidad de los procesos de diagnóstico y de tratamiento en las últimas tres décadas ha dado lugar al concepto de la práctica de “medicina basada en evidencia” para, así, apoyar las decisiones clínicas. Específicamente en la medicina cardiovascular, desde la década de 1980, la acumulación de esta evidencia científica ha venido facilitando el desarrollo de las “guías de manejo” bajo la Asociación Americana del Corazón (AHA) y el Colegio Americano de Cardiología (ACC). Recientemente, la aplicación de las guías a la realización de procedimientos tomó la forma de criterios de uso adecuado o appropriate use criteria (AUC). En conjunto, las guías de manejo y los AUC sirven hoy a los médicos como herramienta para ayudar en la toma de decisiones, siempre unido al juicio clínico.Parte de la evidencia científica que apoya la práctica de la medicina cardiovascular de hoy surgió del seguimiento de parámetros clínicos y de los resultados de tratamiento en la “vida real” a manera de “bases de datos” o “registros”, antes concentrados solo en centros académicos. No fue hasta el año 1998 en que la capacidad de obtener datos de calidad de cuidado altamente confiables fue posible con la creación, por el ACC, del National Cardiovascular Data Registry (NCDR). Hoy, con 7 registros específicos para el tipo de procedimiento, más de 2500 hospitales en los Estados Unidos –y varios internacionalmente– participan ya del NCDR.
El objetivo del NCDR es asistir a los hospitales en la captación rigurosa de datos de diagnóstico, de tratamiento y de resultados en sus respectivos pacientes y, así, aportar a su propio perfil de cuidado y a la base de conocimiento científico en general. Administrado por el ACC Nacional, el NCDR cuenta con la metodología para ingresar los datos en forma estandarizada, para así centralizar, analizar y reportar los resultados a sus hospitales participantes. Esto les permite comparar sus datos con los de otros hospitales y regiones.
En Puerto Rico, el beneficio de participar del NCDR se ha visto limitado por la aún escasa participación y la implementación parcial en varios centros, en gran parte debido al exigente proceso de implementación y mantenimiento. Reconociendo lo importante que resulta que nuestros hospitales cardiovasculares sean parte del NCDR, el Capítulo de Puerto Rico del Colegio Americano de Cardiología realizó el “Lanzamiento de NCDR en Puerto Rico” a inicios de febrero de este año. De esa manera y con el apoyo del NCDR Nacional, tres de sus expertos presentaron un programa educativo sobre cómo participar del NCDR del mismo modo y a la altura de los mejores centros académicos. Más de 50 líderes representando a siete de nuestros hospitales cardiovasculares participaron en este evento. Se culminó con un plan concreto y mejor dirección para llevar a estas instituciones al próximo nivel de medición de calidad cardiovascular.
Hace más de 100 años, el físico británico Lord Kelvin dijo: “Si no lo puedes medir, no lo puedes mejorar”. Ese concepto es altamente relevante a la calidad del cuidado cardiovascular hospitalario. Ahora, con el compromiso y la disciplina necesarios, los hospitales de Puerto Rico tienen la oportunidad de captar el poder de sus datos y aplicarlos con el fin de optimizar sus procesos de cuidado para el bien de nuestros pacientes en Puerto Rico.
Mas información en www.ncdr.com