Embolización de fibromas uterinos:

Radiología intervencionista en la salud de la mujer

Javier A. Nazario Larrieu, MD, DABR
Hospital HIMA San Pablo Bayamón» align=»right» /> Los fibromas uterinos suelen ser asintomáticos y se pueden encontrar en forma incidental en el examen pélvico, en sonogramas, CT o MRI. Cuando hay síntomas como dolor, presión, sangrado abundante, entre otros, se buscan alternativas de tratamiento.

Diagnóstico de fibromas

La mayoría de las pacientes se evalúan en un inicio con sonografía. En las candidatas para embolización de fibromas uterinos (UFE) se requieren estudios de MRI y angio-MRI para tener información sobre su tamaño, número, localización y vascularidad.

Opciones de tratamiento

Para el manejo de los fibromas hay alternativas, quirúrgicas y no quirúrgicas, que tienen sus ventajas y desventajas, riesgos y efectos secundarios. Por ello, es necesario que se evalúen de acuerdo a cada caso:

  • Histerectomía (abierta, laparoscópica o por robot);
  • Miomectomía (abierta, laparoscópica o por robot);
  • Histeroscopia;
  • Ablación endometrial;
  • Miolisis;
  • Medicamentos;
  • Embolización; y
  • Experimental: ultrasonido focalizado de alta intensidad (high-intensity focused ultrasound, HIFU)

Embolización de fibromas uterinos (UFE)

Es un procedimiento mínimamente invasivo para los fibromas sintomáticos. Al embolizar detenemos el flujo de sangre al inyectar partículas a través de un microcatéter en la arteria uterina luego de canalizar la arteria femoral. Las partículas llegan a los vasos capilares y arteriolas del útero obstruyendo la irrigación del fibroma que, al no recibir oxígeno, disminuye de tamaño o muere. Por lo general, las arterias uterinas (derecha e izquierda) se tratan en la misma sesión y a través del mismo acceso vascular en el laboratorio de radiología intervencional bajo sedación consciente y sin anestesia general.

Después del procedimiento, la paciente queda hospitalizada por una noche en observación, para el manejo del síndrome de post-embolización. El dolor es semejante al de una menstruación y se maneja con antiinflamatorios y medicamentos intravenosos. En las primeras 24 horas puede haber náuseas, vómitos, malestar general y fiebre leve, que se tratan con sintomáticos. Su intensidad se minimiza en 5 a 7 días.

Resultados

Los estudios han demostrado que cerca del 80 al 95% de las mujeres sometidas a UFE sienten alivio completo o significativo de los síntomas causados por los fibromas. Con este procedimiento se puede tratar todo tipo de fibromas en una sesión; la reaparición de los fibromas no es común y la evidencia médica ha demostrado que es un procedimiento seguro.

Complicaciones

Las complicaciones relacionadas a UFE son leves en intensidad y suelen estar relacionadas con hematomas en el acceso inguinal. Del 1 al 5% pueden tener una menopausia prematura (por lo general mujeres en la perimenopausia). Un número aún más reducido puede tener infecciones, que se tratan con antibióticos. Las infecciones severas, menos del 1% de los casos, requieren histerectomía. En general, la frecuencia de complicaciones serias por UFE es menor que en histerectomías o miomectomías. 32-7.jpg