Enfermedad arterial periférica (PAD):
Aspectos generales de un problema frecuente que puede tener repercusiones serias
En la enfermedad arterial periférica (PAD), las arterias se angostan o se bloquean, generalmente como resultado de placas ateroscleróticas. Por lo general afecta a las arterias de las piernas, pero también puede comprometer a las que llevan sangre a la cabeza, a los brazos y a órganos como los riñones o el tracto gastrointestinal, entre otros.
La mayoría de las personas que tienen PAD, incluso las que no presentan síntomas en las piernas, ya no son capaces de caminar tan rápido o tan lejos como lo hacían sin la enfermedad. Es importante definir quiénes están afectados y en qué grado, ya que esto aumenta en forma significativa el riesgo de infarto cardiaco y de apoplejía cerebral (stroke), así como de lesiones o infecciones en los tejidos de las extremidades afectadas.
En los Estados Unidos, 1 de cada 20 adultos mayores de 50 años padece de PAD (o sea, o cerca de 10 millones de personas).
Factores de riesgo
Entre los principales factores de riesgo para desarrollar PAD figuran los siguientes:
- Historial médico y condiciones como diabetes, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, entre otras;
- Fumar o haber fumado;
- Pruebas de laboratorio con elevación de lípidos, colesterol, homocisteína, entre otras;
- Edad sobre 65 años, o sobre 50 si hay factores de riesgo;
- Sobrepeso u obesidad (BMI mayor a 30);
- Estilo de vida sedentario o inactivo; y
- Antecedentes familiares y/o genéticos (mayor frecuencia en afroamericanos).
Síntomas y signos de PAD
Los signos y síntomas de PAD pueden variar entre los pacientes, pero usualmente son:
- La claudicación: fatiga, pesadez, dolor y cansancio, calambres en los músculos de las piernas al caminar, subir escaleras o con actividad física, lo que puede disminuir al descansar;
- Dolor en reposo en las piernas y/o en los pies;
- Llagas o heridas en los pies o piernas que a veces demoran en sanar;
- Cambios en color de la piel de pies o piernas, que se pueden tornar pálidas o azules;
- Falta de crecimiento de uñas o vello de los dedos de los pies o piernas, y/o disfunción eréctil; y
- Temperatura más baja en las piernas, con frecuencia asimétrica, entre otros síntomas.
Diagnóstico
El diagnóstico de la enfermedad arterial periférica significativa no es complicado, con pruebas simples como evaluación de los pulsos femorales, poplíteos y, principalmente, de los pulsos distales a nivel de pie. Debemos también realizar y determinar el Índice Tobillo/Braquial (ABI). Si notamos pulsos débiles o ausentes, debemos tomar acción con pruebas más específicas como estudios fisiológicos de extremidades y dóppler/dúplex arterial.
Dependiendo de estos hallazgos, se pueden hacer otras pruebas de imágenes más profundas:
- Ultrasonido vascular;
- Ultrasonido Dóppler;
- Angiografía por catéter;
- Angiotomografía computarizada (CTA); y/o
- Angiografía por resonancia magnética (ARM):
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento de PAD son reducir los síntomas, mejorar la calidad de vida y la movilidad, y evitar ataques al corazón y al cerebro o la amputación.
Existen tres opciones principales para tratar PAD:
- Cambiar el estilo de vida; estos cambios, tales como modificaciones en la dieta, actividad física y ejercicio y el abandono del tabaco, por lo general, son las primeras opciones para los pacientes en la etapa temprana de PAD;
- Tomar medicamentos; y,
- En algunos casos se puede requerir de algunos procedimientos médicos e, inclusive, de cirugía.
Los medicamentos para PAD pueden incluir los siguientes:
- Medicamentos para el colesterol;
- Medicamentos para la presión arterial;
- Medicamentos para controlar la glucosa en sangre;
- Medicamentos para prevenir los coágulos sanguíneos (anticoagulantes, antiplaquetarios –incluyendo los antitrombóticos que bloquean factores de coagulación–, entre otros); y
- Medicamentos para el dolor en las piernas.
Puede que se necesiten otras intervenciones para restablecer el flujo sanguíneo (la mayoría de las técnicas endovasculares en estos días se realizan mediante radiología intervencionista) e incluyen en especial las siguientes:
- Angioplastía;
- Trombólisis con asistencia por catéter;
- Aterectomía;
- Revascularización arterial de la extremidad inferior; y
- Cirugía de bypass.
Comentario
La enfermedad arterial periférica es una condición que se presenta en especial en personas de edad avanzada. Ella requiere cambios en el estilo de vida y –en algunos casos y de acuerdo a la evaluación médica– tratamientos, ya sea con medicamentos o con procedimientos para restablecer el flujo sanguíneo y, así, disminuir los riesgos de problemas serios que pueden llegar a tener una repercusión dramática en la vida del paciente.
Referencias
- Hirsch AT, Haskal ZJ, NR, et al. Practice Guidelines for the management of patients with peripheral arterial disease (lower extremity, renal, mesenteric, and abdominal aortic) ACC/AHA 2006; 113:e463
- Criqui MH, Aboyans V. Epidemiology of peripheral artery disease. Circ Res 2015; 116:1509e26.
- Fowkes FG, Murray GD, et al. Ankle brachial index combined with Framingham Risk Score to predict cardiovascular events and mortality: a metaanalysis. JAMA 2008; 300:197e208.
- Newman JD, Rockman CB, et al. Diabetes mellitus is a coronary heart disease risk equivalent for peripheral vascular disease. Am Heart J 2017; 184:114.
- Aboyans V, Jean-BaptisteRicco, Marie- Louise E.L. et al. Guidelines on the Diagnosis and Treatment of Peripheral Arterial Diseases, in collaboration with the European Society for Vascular Surgery (ESVS). Rev Esp Cardiol (Engl Ed) 2017.
- Gerhard-Herman MD, Gornik HL, Barrett C, et al. 2016 AHA/ACC Guideline on the Management of Patients With Lower Extremity Peripheral Artery Disease: A Report of the American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical Practice Guidelines. Circulation 2017; 135: e726.