Enfermedad cardiovascular en pacientes de artritis reumatoide
Mr. L. es un hombre de 48 años con historial de 15 años de hipertensión, hipotiroidismo y artritis reumatoide (AR). Recibe levotiroxina, metotrexato, ácido fólico y losartán. Llega a sala de emergencia con dolor de pecho (izquierdo) y con falta de aire. Es diagnosticado con infarto agudo de miocardio. Ante este ejemplo, caben las siguientes preguntas: ¿Cuál es el riesgo cardiovascular en un paciente con AR? ¿Qué factores influyen negativamente en la enfermedad cardiovascular y cómo tratarla?
Estudios han demostrado el rol de la inflamación en desarrollar enfermedad coronaria y aterosclerosis. La artritis reumatoide y psoriásica, la esclerodermia, la miositis inflamatoria, el lupus eritematoso sistémico y la espondilitis anquilosante son procesos crónicos inflamatorios con el doble de riesgo de enfermedad coronaria comparado con la población general. Además, en AR hay 2 veces el riesgo de fallo cardiaco, sobre todo si existe factor reumatoide positivo.
El tratamiento para la AR es clave en la disminución el riesgo cardiovascular. Fármacos como el metotrexato, la sulfasalazina y la leflunomida reducen el riesgo cardiaco. Otros estudios han comprobado que la hidroxicloroquina reduce el colesterol total y el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Los inhibidores del factor de necrosis tumoral disminuyen la inflamación, pero también la resistencia a insulina, teniendo así un efecto positivo en el pronóstico cardiovascular. Al contrario, el uso prolongado de glucocorticoides (más de 7,5mg prednisona/día) se asocia al desarrollo de placas carotideas, disminución de la sensibilidad de insulina y aumento en lípidos y presión arterial, teniendo un efecto perjudicial en los pacientes. El uso de antiinflamatorios no esteroideos se asocia a varios eventos adversos, inclusive efectos cardiovasculares. El tratamiento con estos fármacos debe ser de corta duración, tanto los selectivos de la ciclooxigenasa-2 como en los no selectivos.
La enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte prematura en pacientes con AR. El riesgo cardiovascular es similar al de pacientes con diabetes mellitus tipo 2. Las terapias antirreumáticas ayudan a disminuir la inflamación, así como el riesgo cardiaco. Es importante reconocer el riesgo cardiovascular de quienes tienen artritis inflamatoria y tratarlo junto con reumatólogos, cardiólogos y médicos generales.
Referencia
- Agca R, Heslings SC, et al. Ann Rheum Dis 2016 Oct 3.