Espacios, diseño y arquitectura: La música de la arquitectura En las obras de Renzo Piano
Cristina Villanueva-Meyer, M Arch
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Hay muchas maneras de crear elementos arquitectónicos que den calidad al diseño y, entre ellos, están –al igual que en la música– el ritmo y la repetición de los elementos. En la música, las notas se combinan en una partitura de una manera determinada para crear un tono musical único. Es la combinación y la repetición de las notas lo que crea cada canción y le da un ritmo original. En la arquitectura, el ritmo es expresado a través de la repetición de formas, materiales, patrones y colores que se repiten, más de tres veces, en un determinado espacio. De esta manera se crean fachadas o ambientes que tienen una expresión, un movimiento y un carácter únicos gracias a la combinación armoniosa de elementos.
Centro Cultural Tijbaou, New Caledonia (2009, cc 2.5)
Otro gran proyecto de Renzo Piano que inspira movimiento es el aeropuerto Internacional de Kansai, en Osaka, Japón. Este proyecto y el Centro Paul Klee en Berna, Suiza, son dos obras arquitectónicas innovadoras gracias a la repetición de formas onduladas que componen el diseño y que visualmente parecen ondas de sonido. La repetición de elementos estructurales creados para soportar los elementos curvos complementa el diseño para dar escala y crear un ritmo visual tanto en la cubierta del techo como en el espacio general.
Así podemos concluir como dijo Le Corbusier: “La arquitectura es cuestión de armonías, una pura creación del espíritu”. Y al analizar la música y la arquitectura conjuntamente, podemos decir que es verdad lo que dijo Beethoven: “La arquitectura es una música de piedras, y la música una arquitectura de sonidos”.