Historia
historia de la medicina en Puerto Rico
La reforma de salud del 1993
En los artículos anteriores, se hizo un breve relato de la historia del sistema de salud gubernamental desde principios del siglo pasado, haciendo énfasis en la regionalización que fue promovida por el Dr. Arbona desde la década de 1950 y que se vio revitalizada hacia fines de la de 1970. Varios cambios posteriores fueron desmantelando el proyecto original de regionalización.
En 1993, las nuevas administraciones gubernamentales de los Estados Unidos y Puerto Rico tenían como prioridad mejorar el sistema de salud. En Puerto Rico, el Gobernador Dr. Pedro Rosselló proponía reformar el sistema de salud existente –regionalizado y administrado por el Gobierno– a uno de la libre empresa donde el sector privado administrara un seguro de salud para los usuarios del sector público y fueran los médicos, tanto en práctica privada como del Gobierno, quienes los atendieran.
Situación y proyectos en los Estados Unidosy Puerto Rico
En los Estados Unidos, el Presidente Clinton pretendía crear un seguro de salud para los cerca de 35 millones de norteamericanos que no lo tenían y era la Primera Dama Hillary Clinton quien lideraba este esfuerzo. Puerto Rico no quería quedarse fuera del programa de los Estados Unidos ni que se repitiera lo que ocurrió cuando se creó Medicaid: la imposición de un tope a la isla para complacer a sectores de la Asociación Médica de entonces que se oponían al Gobierno como proveedor de salud.
Así pues, se logró incluir a Puerto Rico en la etapa de planificación. Las principales aseguradoras de salud de entonces en la isla, Triple S y la Cruz Azul, proveyeronlos datos actuariales para ser analizados a nivel nacional. A la isla le hubieran tocado $430 millones anuales para atender a la población trabajadora no asegurada.
Creación de ASES y Ley de Reforma de Salud
Puerto Rico se adelantó y creó la estructura que compraría los seguros médicos: ASES (Administración de Seguros de Salud). La ley de la Reforma de Salud se aprobó con el apoyo de todos los sectores. La Dra. Magali Maldonado de Oms, pediatra con basta experiencia en salud pública, estuvo a cargo de organizar la oficina que haría viable la reforma. Ella y su equipo han sido los responsables del éxito del proyecto.
Proyecto piloto e inicio de la reforma
Se formó un excelente grupo de médicos, dentistas, administradores de servicios de salud, economistas y contables. El área de Fajardo se seleccionó para el proyecto piloto con la aseguradora Cruz Azul. A pesar de que no se dispuso del hospital ni de los centros de diagnóstico como se había contemplado inicialmente, la acogida de los usuarios fue tan buena que el cambio ocurrió sin mayores contratiempos. Ya para esa época el proyecto federal había sido derrotado en el Congreso y los fondos federales nunca llegaron.
Es interesante mencionar que justo antes de comenzar la reforma, la Dra. Maldonado, el Dr. Rafael Burgos Calderón y el autor de esta nota recorrimos la isla para evaluar cómo estaba funcionando el sistema gubernamental que se deseaba mejorar, y confirmamos que estaba fraccionado, pobremente atendido, con falta de equipos adecuados, lentitud en los servicios y con necesidad urgente de cambio. Una excepción fue el Hospital de Manatí, donde había un servicio excelente, razón también por la que no se comenzó la reforma allí.
Impacto de la reforma
Han pasado 14 años y tres administraciones. Desde el año 2000, todos los pueblos han sido impactados por la reforma. Ha habido modificaciones, enmiendas a la ley y cambios, pero en la práctica está sirviéndole a más de 1 millón y medio de personas de nuestra población más necesitada. A pesar de los problemas administrativos y de la reducción sin una justificación sólida de los fondos del Gobierno de Puerto Rico, los pacientes, en su inmensa mayoría, están satisfechos. Siempre hay críticas pero estas aún no han sugerido o ejecutado una solución mejor. La reforma suele proveer ayuda en tiempo récord cuando los planes comerciales ya no cubren las condiciones catastróficas como cáncer o problemas complejos del corazón. Así, miles de pacientes reciben el mejor cuidado, incluyendo transplantes de médula ósea y de corazón. La mortalidad materno-infantil ha disminuido drásticamente, y la salud oral de nuestro pueblo, que era bastante pobre, es hoy en día de las mejores.
Cifras y presupuesto de la reforma
Las cifras de ASES muestran que en los últimos 5 años no se ha aumentado el presupuesto del Gobierno a la reforma disponiéndose sin variación de $984 millones desde el 2004 hasta el 2008. Además, se enmendó la ley de la Lotería Electrónica que le quitó $16 millones anuales a ASES y se congeló la aportación municipal que ha provocado la pérdida de $125 millones a pesar de que los municipios ahora tienen un IVU que suele generar un superávit. Da la impresión de que hubiera un descuido –por no decir una conspiración– contra la reforma, de la que finalmente se benefician sobre todo los más pobres. Las legislaturas han participado en esto y los últimos gobernadores han firmado leyes restándole fondos al programa. El único aumento en 4 años ha sido de fondos federales de Medicaid y del programa federal para salud de los niños.
La reforma ha aumentado de 34 mil a 75 mil los proveedores de salud en la isla. Ha controlado los gastos de salud pagando $1100 por persona por año para un plan comprensivo y completo para los más necesitados y le ha ahorrado cientos de millones al erario público.
Futuro de la reforma
Sin embargo, la reforma necesita mejorar y, más que nada, financiarse adecuadamente para un reembolso más justo a los proveedores. Se espera que, luego del próximo periodo electoral, se cumpla con mejorar la tan necesaria asignación de fondos de Medicaid. Finalmente, los logros obtenidos hasta la actualidad con la reforma, a pesar de su importancia y limitaciones, no se hubieran logrado sin el esfuerzo y la vocación de servicio por parte de los médicos, dentistas, farmacéuticos, tecnólogos médicos y enfermeras, que son finalmente los héroes y heroínas de la reforma.