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La depresión en las etapas del desarrollo

Nicolás Hernández Sanabria, MD

Nicolás Hernández Sanabria, MD
Especialista en Psiquiatría
Presidente, Asociación Puertorriqueña
de Psiquiatras de Niños y Adolescentes
Capítulo de Puerto Rico AACAP

La depresión es la primera causa de discapacidad según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Una de cada cinco personas desarrollará un cuadro depresivo en su vida. Este cuadro nosológico asume diferentes manifestaciones dependiendo de la etapa del desarrollo en que se manifieste. En DSM V el trastorno de depresión mayor no muestra cambios en sus criterios.

Sin embargo, dentro de los trastornos afectivos, vemos el surgimiento de dos nuevas entidades que se asocian a las etapas del desarrollo: Disruptive Mood Dysregulative Disorder y Premenstrual Dysphoric Disorder. El primero se diagnostica en niños hasta los 18 años que exhiben irritabilidad persistente y episodios frecuentes de conducta fuera de control extrema, antes llamado “trastorno bipolar en la niñez”. El “trastorno disfórico premenstrual” se presenta en algunas mujeres en edad reproductiva. Los criterios de depresión mayor son los mismos para todas las etapas del desarrollo, pero sus manifestaciones clínicas tienen ciertas particularidades encada etapa.

Según el National Institute of Mental Health NIMH, la prevalencia de la depresión es diferente según la etapa del desarrollo: En la niñez es de 2 a 3,9%, en los adolescentes del 11,2%; en los adultos se estima en 4 a 6,7% y disminuye en la vejez a 1 a 5%. Sin embargo, en la población geriátrica asume notoriedad el porcentaje de envejecientes deprimidos en hogares de cuidado y hospitales, con 13,5% y 11,5%, respectivamente.

La depresión en la niñez

En el pasado se pensaba que el niño no poseía la madurez cognoscitiva como para deprimirse. Hoy sabemos que la depresión puede estar presente hasta en la infancia. La depresión en el niño puede manifestarse siendo la irritabilidad el síntoma más prominente (sobre la tristeza). Rabietas, quejas somáticas, aislamiento social y aumento en el apetito en lugar de perderlo son también características de esta etapa del desarrollo. Los síntomas, al igual que en la adolescencia, pueden variar según el ambiente social donde se encuentre el niño, por ejemplo la escuela o la casa, e incluso puede variar varias veces en el día.

Presentación en la adolescencia

La irritabilidad también suele dominar a la tristeza en esta etapa. La pérdida de interés se manifiesta como “aburrimiento”. La hipersomnia frente al insomnio del adulto y el aumento de apetito y peso son más característicos en esta etapa. Los síntomas varían según el ambiente, asunto que puede despistar. Esto quiere decir que el adolescente puede encontrarse “bien” mientras está con sus amigos y “mal” en casa. Un factor a considerar es que la depresión en el adolescente tiene poco impacto en la libido o deseo sexual, lo que lo pone en riesgo de embarazos no deseados a los adolescentes.

El adulto deprimido

En el adulto, el cuadro suele ser más “clásico”, donde la tristeza o la pérdida de interés suele predominar, así como la disminución del apetito, del sueño y la libido. El ambiente social juega un papel poco importante en esta etapa. Es decir, no importa si se está en el trabajo o en un crucero de vacaciones, el cuadro se manifiesta igualmente.

La vejez y la depresión

Al igual que en las etapas anteriores, los efectos secundarios a medicamentos o a condiciones médicas deben ser descartados. Sin embargo, este aspecto toma una evidente notoriedad en la vejez. Las quejas somáticas persistentes sin explicación constatable o inespecíficas, así como el aislamiento, pueden anunciarnos un cuadro depresivo en esta etapa. Otro aspecto importante de esta etapa son los cambios en la memoria, y debe diferenciarse entre la pseudodemencia y la demencia per se.

Comentario

Además de tener presente que la depresión es un problema clínico bastante frecuente, debemos de considerar sus variantes y características especiales en la niñez y adolescencia, así como también en la vejez.