SUPLEMENTO MEDICINA DE EMERGENCIAS

La importancia de un sistema prehospitalario robusto

Introducción

Un sistema prehospitalario eficiente y bien estructurado es fundamental en la atención de emergencias médicas y en el sistema de salud en general. Su objetivo principal es proporcionar atención inmediata a pacientes en situaciones críticas antes de su llegada a un centro hospitalario, para aumentar sus probabilidades de supervivencia y disminuir el riesgo de secuelas a largo plazo. Según la Organización Mundial de la Salud, la atención prehospitalaria efectiva puede reducir la mortalidad en emergencias médicas hasta en un 25%.1 Un sistema prehospitalario robusto también optimiza el uso de recursos y refuerza la red de atención médica en la comunidad. Entre las 24 especialidades reconocidas por la ABMS (Junta Americana de Especialidades Médicas), la medicina de emergencia se distingue por incluir en su entrenamiento competencias clave en el manejo prehospitalario. Así, los especialistas en medicina de emergencia desempeñan un rol fundamental en la coordinación, supervisión y ejecución en escenarios críticos.

La función del sistema prehospitalario

Según el Informe Anual de Estadísticas 911, en el periodo 2015-2016 se registraron en los Estados Unidos 1,429,523 llamadas al sistema 9-1-1, de las que cerca del 50% se relacionaron con emergencias médicas. El sistema prehospitalario comprende las intervenciones médicas y logísticas que se llevan a cabo antes de que un paciente llegue a un centro hospitalario. Esto incluye la activación del sistema de emergencias, la evaluación inicial, la estabilización del paciente y su traslado a un hospital adecuado para recibir atención especializada. Los principales actores en este sistema son los paramédicos, los técnicos en emergencias médicas, los médicos de emergencia y otros profesionales de la salud.

Ventaja del sistema prehospitalario eficiente

1. Reducción de la mortalidad y morbilidad: un sistema prehospitalario bien desarrollado permite que los pacientes reciban atención inmediata en situaciones críticas como infartos, accidentes cerebrovasculares, traumas severos y paros cardiorrespiratorios. La intervención temprana mejora significativamente las tasas de supervivencia y disminuye la morbilidad. Un estudio publicado en Stroke concluyó que los accidentes cerebrovasculares atendidos por los servicios paramédicos que se adhirieron a las recomendaciones de las guías de la Asociación Americana del Corazón (AHA) se vincularon a evaluación más rápida, mayores probabilidades de tratamiento de reperfusión y un alta hospitalaria más frecuente.³ De manera similar, «La atención prehospitalaria temprana con resucitación cardiopulmonar (RCP) y desfibrilación puede aumentar la supervivencia en casos de paro cardíaco hasta en un 50%». (AHA, 2019);
2. Descongestión de los hospitales: cuando el sistema prehospitalario está bien organizado, los hospitales reciben pacientes correctamente clasificados según la gravedad de su estado. Esto permite una mejor distribución de los recursos y evita la sobrecarga de los servicios de emergencias hospitalarios. Este beneficio cobra particular importancia en un sistema con recursos limitados, donde no todas las instituciones hospitalarias cuentan con las mismas capacidades de intervención especializada;
3. Respuesta efectiva ante desastres y emergencias masivas: en situaciones de desastres naturales o accidentes de gran magnitud, un sistema prehospitalario robusto es esencial para la gestión de víctimas y la reducción del impacto en la población. Una red de respuesta bien estructurada puede salvar vidas y garantizar que los recursos sean utilizados de manera eficiente; y
4. Mejor integración con otros servicios de emergencia: un sistema prehospitalario eficiente debe estar en constante comunicación y coordinación con otros servicios de emergencia, como bomberos, protección civil y fuerzas de seguridad. Esta integración permite una respuesta más rápida y efectiva ante incidentes de gran escala. Se debe contar con personal que imparte recomendaciones de manejo y transporte con la información adquirida en la escena por el personal prehospitalario.

Componentes esenciales de un sistema prehospitalario robusto

1. Capacitación y profesionalización del personal: el personal prehospitalario debe recibir educación continua en técnicas avanzadas de reanimación, manejo de trauma, identificación de patologías críticas y protocolos de atención en emergencias. La certificación y la actualización constante garantizan una atención de calidad y el cumplimiento con los más altos estándares de cuidado. El personal médico debe tener conocimiento del sistema de salud y de los recursos disponibles. También debe tener la capacidad de tomar decisiones clínicas con poca o ninguna información, sobre la base de evidencia, y sopesando los riesgos y beneficios de cada intervención realizada;
2. Infraestructura y tecnología adecuada: recientemente, el Negociado del Cuerpo de Emergencias Médicas del Gobierno de Puerto Rico (NCEM) emitió un comunicado destacando su compromiso con la reclutación de personal capacitado y una inversión millonaria en una infraestructura operacional y tecnológica más moderna y eficaz (NCEM, 2024). Es crucial contar con ambulancias equipadas con tecnología, dispositivos de monitoreo, equipos de ventilación y herramientas de comunicación para garantizar una atención rápida y efectiva;
3. Sistemas de comunicación eficientes: la existencia de centros de despacho eficientes y sistemas de comunicación integrados es vital para la asignación correcta de recursos. La coordinación entre el personal prehospitalario, los hospitales y otros servicios de emergencia debe ser fluida y rápida para evitar demoras en la atención. Esto también permite la notificación temprana de casos que requieren una preparación de la facilidad de cuidado. Accidentes cerebrovasculares, arrestos cardiorrespiratorios o traslados de múltiples víctimas son situaciones particulares en que la notificación temprana de un traslado es esencial; y
4. Participación de la comunidad:
   la educación de la población en primeros auxilios y respuesta ante emergencias contribuye a la efectividad del sistema prehospitalario. La capacitación en reanimación cardiopulmonar (RCP) y el uso de desfibriladores automáticos externos (DEA) pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte en muchos casos.

Retos en la implementación de un sistema prehospitalario robusto

A pesar de los beneficios evidentes, la implementación de un sistema prehospitalario eficaz enfrenta diversos desafíos, entre ellos:

• Limitaciones presupuestarias: muchos países destinan pocos recursos a la atención prehospitalaria, lo que limita la adquisición de equipos, la capacitación del personal y la expansión de la cobertura;
• Falta de normativas y protocolos estandarizados: la ausencia de regulaciones claras dificulta la organización y el funcionamiento del sistema prehospitalario. Actualmente, en Puerto Rico existen iniciativas legislativas (Ley Núm. 121, 2023) que proponen el establecimiento de un sistema uniforme para el manejo prehospitalario de accidentes cerebrovasculares. No obstante, continúa siendo incierta la fiscalización y el impacto concreto de las mismas;
• Deficiencias en la infraestructura vial: en localidades con problemas de movilidad y tráfico intenso, el tiempo de respuesta puede verse afectado, lo que reduce la efectividad del sistema; y
• Escasez de personal capacitado: la falta de profesionales bien entrenados es un problema recurrente, lo que pone en riesgo la calidad de la atención prehospitalaria.

Conclusión

La calidad de la atención prehospitalaria influye de manera decisiva en la reducción de la mortalidad y en la mejora de los desenlaces clínicos en pacientes con emergencias médicas. Un sistema prehospitalario sólido es fundamental para optimizar la respuesta ante situaciones críticas y disminuir tanto la mortalidad como la morbilidad asociadas a estas. Por ello, es esencial que los gobiernos y las instituciones de salud inviertan en su desarrollo y fortalecimiento, garantizando una respuesta rápida y eficiente. Aspectos clave como la incorporación de tecnología de vanguardia, la selección y capacitación continua del personal, así como la educación de la población, contribuyen significativamente a la eficacia de estos sistemas. En última instancia, una atención prehospitalaria bien estructurada no solo salva vidas, sino que también mejora la calidad de vida de la sociedad y optimiza el uso de los recursos disponibles.

Referencias

1. Orkin AM, Venugopal J, Curran JD, Fortune MK, McArthur A, Mew E, Ritchie SD, Drennan IR, Exley A, Jamieson R, Johnson DE, MacPherson A, Martiniuk A, McDonald N, Osei-Ampofo M, Wegier P, Van de Velde S, VanderBurgh D. (2021). Emergency care with lay responders in underserved populations: a systematic review. Bulletin of the World Health Organization, 99(7), 514–528H. https://doi.org/10.2471/BLT.20.270249
2. Nieves Hernández LE. Informe Anual de Estadísticas 911 (2015-2016). https://estadisticas.pr/files/Inventario/publicaciones/JG-911%20Estadisticas%20Informe%20Anual_2015-2016%20FINAL.pdf
3. Oostema JA, Nickles A, Allen J, Ibrahim G, Luo Z, Reeves MJ. (2023). Emergency Medical Services Compliance With Prehospital Stroke Quality Metrics Is Associated With Faster Stroke Evaluation and Treatment. AHA/ASA Journals. https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/STROKEAHA.123.043846?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori:rid:crossref.org&rfr_dat=cr_pub%20%200pubmed
4. Panchal AR, Berg KM, et al. (2019). 2019 American Heart Association Focused Update on Systems of Care: Dispatcher-Assisted Cardiopulmonary Resuscitation and Cardiac Arrest Centers. Circulation, 140(24), e895–e903.
5. Negociado del Cuerpo de Emergencias Médicas, & Cobián, M. https://docs.pr.gov/files/CEMPR/Contenido%20Nuevo%20NCEM/Comunicados/NCEM%20-%20ComTransición%20-%2015%20oct%202024.pdf
6. Oficina de Gerencia y Presupuesto del Gobierno de Puerto Rico. (2023). Ley NÚM. 121 de 30 de octubre de 2023. Biblioteca Virtual. https://bvirtualogp.pr.gov/ogp/Bvirtual/leyesreferencia/PDF/121-2023.pdf