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La nueva tecnologia en stent coronario:

Todo es biabsorbible

La enfermedad coronaria es la primera causa de muerte en Puerto Rico. Sin embargo, los adelantos en el manejo de esta condición y las nuevas tecnologías han hecho que el número de muertes por esta enfermedad haya podido disminuir en forma significativa.


Juan F. Rodríguez Acosta, MD, FSCAI

Juan F. Rodríguez Acosta, MD, FSCAI
Cardiólogo Intervencionista Certificado
Presidente, Asociación Puertorriqueña de
Cardiólogos Intervencionistas

El desarrollo tecnológico en la cardiología invasiva permite hoy en día ofrecer nuevas estrategias para ayudar a los pacientes con enfermedad coronaria. Así, en la actualidad se hacen anualmente en Puerto Rico cerca de 7 000 intervenciones de este tipo con excelentes resultados. Estos procedimientos los realizan cerca de 8 programas en toda la isla con más de 40 cardiólogos certificados, con resultados que no tienen nada que envidiar a los de los centros más reconocidos de los Estados Unidos.

Nuevas tecnologías

A continuación, resumimos dos nuevas tecnologías que vienen a revolucionar el campo de la cardiología intervencionista.

1. El nuevo stent medicado reabsorbible

La FDA aprobó recientemente en los Estados Unidos el primer stent medicado con polímero reabsorbible para tratamiento de la enfermedad coronaria (stent Synergy, Boston Scientific*).

Los dos elementos que lo componen, el polímero y el fármaco (el inmunosupresor everolimus), se absorben en este caso completamente a los tres meses del implante. Estos dos procesos son paralelos y son completados en un 90% al término de 90 días. Esto puede permitir que el vaso sanguíneo sane y que el paciente deje de exponerse por un tiempo muy prolongado al polímero, lo que potencialmente reduce los riesgos de complicaciones a largo plazo.

En el estudio Evolve II se demostró que el nuevo sistema no era inferior a otro stent de polímero durable (Promus Element, Boston Scientific*), para fallo de lesión tratada a 12 meses.

Los datos a 4 años del estudio Evolve demostraron un 0% de trombosis bien tardía y solo un 1% de lesión revascularizable. Cabe resaltar que se trataron lesiones complejas (77% tipo b/c) y que el 26% de los pacientes había tenido síndrome coronario agudo con infarto del miocardio sin elevación del segmento ST.

Este stent ya está disponible para nuestros pacientes en Puerto Rico. Es efectivo y seguro para lesiones simples y complejas. Además, se viene realizando el estudio Evolve DAPT que nos dirá si es seguro utilizar la terapia antiplaquetaria dual por tres meses en vez de un año.

2. El nuevo andamiaje absorbible (bioabsorbible scaffold)

El nuevo andamiaje absorbible (Absorb Vascular Scaffold, Abbott Vascular*) es una nueva tecnología que viene a revolucionar los tratamientos de cardiología intervencionista. Es una tecnología que en el año 2011 ya fue aprobada en Europa, donde ya se han puesto más de 100 000 de estas unidades. Se espera que sea aprobado en los Estados Unidos por la FDA para mediado de este año. Este no es un stent ya que no contiene metal y a los tres años desaparece por completo de la pared del vaso sanguíneo, restituyendo la función endotelial del vaso. En ese sentido, lo mejor es que un stent no sea para toda la vida ya que tener un metal en las coronarias implica siempre un riesgo potencial de complicaciones.

El nuevo producto se compone de una cadena de carbono poliláctido con el medicamento everolimus que con el tiempo se hidroliza produciendo agua y CO2. El espacio ocupado por el andamiaje se llena de matriz de proteoglicanos y bajo el microscopio no se diferencia de un tejido normal a los 5 años de haber sido implantado. Todo lo que queda al final son dos marcadores metálicos que sirven de guía en la implantación. Una de las ventajas que tiene este producto es que se restaura la función vasomotora del endotelio, a diferencia de lo que ocurre con el stent metálico en que la pierde para siempre.

El estudio Absorb III comparó el scaffold con el stent convencional medicado con everolimus (Xience, Abbott Vascular). Fue un estudio cabeza a cabeza, el cual demostró la no inferioridad del scaffold vs. el stent medicado. Los dos demostraron el mismo fallo a lesión tratada al año (de 1%). La cifra combinada total de muertes, infarto del vaso o revascularización tardía del vaso tratado fue de 7.8% en el scaffold vs. 6.1% en el stent medicado, para una “p” no significativa de .007%. La trombosis de stent fue también no significativa, ocurriendo en la rama del scaffold en un 1.5% vs 0.7% para el stent.

Cabe notar que el scaffold reabsorbible no es para todo tipo de lesión. De hecho, para lesiones con calcificaciones severas no se recomienda debido a la pobre fuerza radial en comparación con los stents medicados. De todos modos, pronto tendremos a disposición un producto para nuestros pacientes, el cual -desde el punto de vista técnico- podremos decir que se convierte en agua y gas.

Comentario

El desarrollo de nuevas tecnologías en el campo de la cardiología intervencionista permite lograr cada vez mayor seguridad y beneficios para los pacientes que puedan requerir de esta opción terapéutica, mejorando así los resultados y minimizando los efectos adversos o no deseados.

* Nota del editor: En los artículos médicos de Galenus usualmente no mencionamos marcas o nombres de productos comerciales. Si en este caso se hace es porque se trata de productos únicos o nuevos.

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