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La realidad de las cesáreas en Puerto Rico:

La incidencia de cesáreas en Puerto Rico es alta, pero hay alternativas para lograr bajarla

Juana I. Rivera Viñas, MD, MHSA, FACOG

Juana I. Rivera Viñas, MD, MHSA, FACOG
Profesora y Directora, Departamento de Obstetricia y Ginecología
Escuela de Medicina, Universidad de Puerto Rico
Miembro, Departamento de Obstetricia y Ginecología
Hospital Universitario de Adultos y del
Hospital de la Universidad de Puerto Rico en Carolina
Directora Programa de Residencia Obstetricia y Ginecología,
Universidad de Puerto Rico

En Puerto Rico, la incidencia de cesáreas es de las más altas en el mundo y las cifras han ido en aumento: en 2008 el porcentaje de partos por cesárea en los Estados Unidos fue de 32,3% y, en Puerto Rico, de 48,5%, habiendo sido en 1996 de 14,6% y 31,5%, respectivamente.

Si bien, la mortalidad materna ha seguido bajando en Puerto Rico a 20 por 100 mil partos en 2010 (de 33 por 100 mil en 1990) y es equiparable ahora con la de los Estados Unidos (21 de 100 mil partos), esto no necesariamente va en paralelo con el número de cesáreas. Así, países con mortalidad materna bajo el 10%, como Japón o Alemania, tienen porcentajes de cesáreas cercanos al 20% o países que también tienen porcentajes de cesáreas sobre el 40%, como Brasil o República Dominicana, tienen mortalidad materna más alta (56 y 160 por 100 mal partos).

Factores vinculados a las cesáreas

Hay muchos factores que han contribuido a elevar el número porcentual de cesáreas: el uso del monitoreo fetal intraparto, la pérdida de habilidades para realizar algunos procedimientos como el empleo del fórceps o la atención de partos vaginales no cefálicos, así como los cambios que se han dado en las recomendaciones del Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología en cuanto al parto vaginal en bebés con presentación de nalgas y en los requisitos para poder hacer partos vaginales luego de cesáreas, la práctica de la inducción electiva de parto y la práctica defensiva de la medicina, entre muchas otras razones.

Importancia de estar bien informados

Es necesario que conozcamos y estemos informados sobre esta realidad, ya que las pacientes pueden pedir la opinión sobre una cesárea a cualquiera de sus médicos y no solo a su obstetra. Es importante que señalemos a toda embarazada, que lo más importante es que tenga una muy buena comunicación con su obstetra y que le pueda manifestar cualquier duda, incluyendo aquellas sobre las probabilidades de que su embarazo termine en una cesárea y sobre las alternativas que pudiera tener para el parto.

Opciones a considerar

Hay muchas iniciativas que podemos adoptar para tratar de evitar que una gestación termine en una cesárea. Una de ellas es evitar hacer inducciones electivas ya que estas aumentan en cinco veces o más la probabilidad de hacer una cesárea, además de incrementar los riesgos de complicaciones para el bebé.

Otra opción importante es poder orientar a las pacientes que hayan tenido cesáreas previas a que le pregunten a su médico sobre la posibilidad de un parto vaginal luego de una cesárea anterior. En aquellas pacientes que reúnen los criterios para tratar de dar a luz por vía vaginal, luego de una cesárea, alrededor del 70% pueden lograr un parto normal. Es importante también que todos los obstetras y las salas de partos en Puerto Rico reúnan los requisitos establecidos para ofrecer la alternativa de un parto normal en estos casos.

Comentario

En resumen, la problemática de la alta incidencia de cesáreas es una realidad que podemos mejorar. Puede contribuir el hecho de que informemos a las pacientes adecuadamente y que ellas tengan una buena comunicación con su médico obstetra. Como médicos, generales o especialistas, todos podemos ayudar a que esto ocurra.