La responsabilidad del médico en la vacunación en el siglo XXI
La vacunación es uno de los grandes logros de la salud pública del siglo XX y lo será también en este siglo si aseguramos que nuestros pacientes se vacunen a tiempo durante toda su vida. Gracias a la vacunación, la mayoría de las enfermedades prevenibles por vacunas se han eliminado al punto que muchos médicos graduados hoy no han visto pacientes con sarampión, polio y otras enfermedades que eran muy comunes antes de las vacunas. Actualmente tenemos vacunas para todas las edades y debemos asegurar que nuestros pacientes estén vacunados a tiempo en todas las etapas de su vida.El calendario de vacunas recomendadas por el Comité Asesor de Prácticas de la Vacunación (ACIP) del 2013 incluye 16 vacunas que deben administrarse desde el nacimiento hasta los 18 años. La nueva vacuna del virus del papiloma humano se recomienda para todos los niños y niñas y para adultos que no hayan sido vacunados. En personas mayores de 19 años o más, ACIP recomienda la vacunación contra la influenza, el tétano, la tos ferina, difteria, herpes zóster para los adultos de 60 años o más y otras. Hay que vacunar a nuestros pacientes a través de toda su vida.
¿Cómo nos aseguramos de que cada paciente esté vacunado según se recomienda? Comencemos por evaluar si el paciente está al día en sus vacunas. Los calendarios de vacunación del ACIP para niños y adultos se pueden utilizar para constatar qué vacunas ha recibido el paciente. Si el paciente necesita alguna vacuna y el médico ofrece este servicio en su oficina, esa debe ser una oportunidad para vacunar. En Puerto Rico, muchos médicos no ofrecen vacunas en sus oficinas. En el caso de que el paciente necesite vacunas y estas no estén disponibles en la oficina, debe ser referido a uno de los centros de vacunación que tenemos en la isla.
Otro aspecto crucial en la vacunación es estar al día con información certera sobre la seguridad de las vacunas. Mucho se habla en las redes sociales de la Internet con información equivocada o falsa sobre los riesgos de la vacunación. El diálogo entre el paciente y el médico es una oportunidad de conversar sobre los beneficios de la vacunación y responder a dudas que se puedan tener.
Evaluar si el paciente necesita vacunarse, vacunar o referir y proveer información fidedigna sobre la vacunación son tres elementos importantes para conseguir que nuestros pacientes estén protegidos. Estos pasos pueden asegurar que todos nuestros pacientes tengan una vida libre de enfermedades serias y prevenibles. Es nuestro deber y responsabilidad.