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Luis Paret y Alcázar (1746-1799):
Pintor español desterrado a Puerto Rico
Jesús María del Rincón
Artista, Pintor y Retratista
bicubicart@gmail.com
Del Rincón: Maestro, ¿por qué fue su destierro?
Luis Paret: Pues verá, en 1763 conocí al Infante- Cardenal Don Luis Antonio de Borbón, hermano menor del rey, quien creyó en mi talento y se convirtió en mi protector y Mecenas. Tanto es así que me envió tres años a Roma para que estudiara a los clásicos italianos. Nos hicimos amigos y, años más tarde, hubo un escándalo en la Corte, pues se me acusó de procurarle mujeres a Don Luis Antonio. Así, en 1775, se me castigó a salir de España al destierro.
Del Rincón: ¿Y cómo fue esa experiencia caribeña?
Luis Paret: Fueron tres años maravillosos, aunque conocí la pobreza. Puerto Rico es una isla paradisíaca y allí me encontré con un estilo de vida rural y pausado. No obstante los mosquitos y el calor del trópico no eran muy llevaderos.
Del Rincón: ¿Es cierto que creó escuela allá?
Luis Paret: Efectivamente. Había un muchacho de gran talento, José Campeche, hijo de un esclavo liberto y una mujer canaria, que por cierto también era músico y cantaba muy bien. Fue mi discípulo.
Del Rincón: ¿Recibió el indulto?
Luis Paret: En 1778, regresé a España y me establecí en Bilbao. Durante este tiempo, realicé pinturas religiosas y diseños arquitectónicos de edificios públicos y fuentes. En 1789, volví a Madrid y fui nombrado Vicesecretario de la Real Academia. Dominaba la arquitectura y realicé bastantes planos, aunque no tuvieron demasiada aceptación.
Del Rincón: Hábleme de sus padres.
Luis Paret: Mi padre era francés y mi madre española. Pronto vieron mi talento para las artes y propiciaron el gusto por la literatura clásica e insistieron en que dominara el griego y el latín. En Roma, traduje los Diálogos de Luciano de Samosata.
Del Rincón: Le tachan de haber tenido un carácter excéntrico y dicen que hasta firmó algunos cuadros en griego.
Luis Paret: En mi biblioteca atesoraba los textos clásicos, algunos en su lengua original, y fui gran admirador de Séneca y Ovidio. En cuanto a la excentricidad, digamos que fui y soy original.
Del Rincón: Usted fue coetáneo de Goya. ¿Cuál de los dos era mejor pintor?
Hubo un silencio, Paret frunció el ceño, y sin mediar palabra siguió su camino hasta perderse de vista. Creo que le ofendió mi pregunta.