Manejo fisiátrico de la osteoartritis de la rodilla
La osteoartritis es una de las causas principales de discapacidad en personas mayores. Hoy en día afecta a unos 27 millones de estadounidenses. La mayoría de ellos tiene limitación para deambular y dificultad en las actividades básicas de la vida diaria. La fisiatría ayuda en su manejo aliviando el dolor, manteniendo la función y preservando la calidad de vida.Importancia del ejercicio
El Colegio Americano de Reumatología reconoce la importancia del ejercicio para la osteoartritis de la rodilla, en especial el ejercicio de resistencia y el aeróbico. Estudios sugieren que, aunque la actividad física se asocia con un aumento de osteofitos en las radiografías, no se detecta estrechamiento del espacio articular. Por el contrario, con resonancia magnética se demuestra aumento en el volumen y disminución de defectos del cartílago articular, ambos beneficiosos para la salud de las articulaciones1. Otros estudios han encontrado que a mayor fuerza en el cuádriceps, puede haber menos dolor y menos limitaciones funcionales asociados a la osteoartritis2.
En una sociedad que hace todo lo posible por no moverse, es importante recomendar el ejercicio. Como especialistas en ejercicio, los fisiatras hacen prescripciones específicas que incluyen el tipo de ejercicio, su frecuencia, su intensidad y su duración, de acuerdo a las necesidades del paciente. Así, en algunos casos, la prescripción se enfoca en la pérdida de peso, mientras que en otros se concentra más en el fortalecimiento de las piernas. Entre los diferentes ejercicios a considerar se encuentran los de piscina, los que se realizan con máquinas o con bandas elásticas o el Tai Chi. Es importante también recordar que, además del beneficio para la osteoartritis, el ejercicio ayuda a prevenir múltiples enfermedades.
Elementos que complementan el ejercicio
Como complemento a los ejercicios, la rehabilitación incluye modalidades como calor, ultrasonido, frío y TENS, que usadas correctamente pueden ayudar a controlar el dolor, la hinchazón o la rigidez muscular. Otras herramientas para ayudar a los pacientes son los bastones, los andadores o las sillas motorizadas y elementos ortóticos como rodilleras o plantillas que buscan restablecer la biomecánica de la ambulación.
Efecto del dolor
Cuando el dolor interfiere con la función y/o la participación del paciente en la rehabilitación y los medicamentos orales no son suficientes, se utilizan inyecciones intraarticulares. El Colegio Americano de Reumatología recomienda corticosteroides intraarticulares en el manejo de la osteoartritis de la rodilla que pueden proporcionar un alivio temporal rápido. También hay inyecciones de ácido hialurónico, aprobadas por FDA para uso en osteoartritis de rodilla. Estos son más costosos y tienen la limitación de que, con la excepción de una formulación, requieren más de una inyección para ser efectivas. En 2013 se publicó un estudio randomizado, controlado y doble ciego, que demostró que la inyecciones intraarticulares de dextrosa, conocidas como proloterapia, causan una mejoría del dolor, la función y la rigidez de las rodillas con osteoartritis que permanecía luego de 52 semanas3. Dependiendo del caso, las inyecciones se pueden aplicar sin guía o guiadas con sonografía.
Comentario
La medicina física y la rehabilitación tienen mucho que ofrecer a los pacientes con osteoartritis de la rodilla. Posee el conocimiento y las herramientas para manejar el dolor, preservar la función y evitar las limitaciones que esta enfermedad puede causar.
Literatura
- Urquhart DM, et al. What is the effect of physical activity on the knee joint? A systematic review. Med Sci Sports Exerc. 2011; 43(3):432-42.
- Amin S, Baker K, Niu J, et al. Quadriceps strength and the risk of cartilage loss and symptom progression in knee osteoarthritis. Arthritis Rheum. 2009;60:189-198.
- Rabago D. Dextrose prolotherapy for knee osteoarthritis: a randomized controlled trial. Ann Fam Med. 2013 May-Jun;11(3):229-37.