Medicina: De la palabra a el hecho
Desde niño aprendí que la medicina es la ciencia que estudia el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad. Con una definición tan corta como esa, mi interés real por la medicina nace el día en que una compañera de estudios pierde su bebé justo en el instante en que llegaría al mundo. Sentí un gran deseo de ayudar y me encontré con que no tenía el conocimiento necesario y, ni siquiera, las palabras para dar alivio.En ese momento, nace mi deseo de aprender cómo funciona el cuerpo humano, pero sin saber aún la gran responsabilidad que iba a asumir. Con una meta clara y muchos anhelos empecé mi preparación para esta hermosa profesión. Como en toda carrera, fueron muchos los obstáculos que se presentaron, pero el deseo de ayudar a quien lo pudiera necesitar fue la fuerza para no rendirme y seguir luchando. Hoy, aún sigo enfrentándome a grandes retos, uno más importante que otro. Sin embargo, en este camino aprendí que aquella definición que tenía cuando niño carece de información, porque basta con ver las necesidades médicas para entender que la medicina no es solo un diagnóstico y un tratamiento. La medicina es servicio, respeto, gratitud, confianza, conocimiento, sacrificio, dedicación, responsabilidad y cumplimiento con ese ser humano tan importe a quien llamamos paciente.