Nuevas guías para la hipertensión arterial
La hipertensión arterial es el principal factor de riesgo de mortalidad y discapacidad a nivel global. Actualmente, se estima que en el mundo hay unos 874 millones de adultos que tienen presión arterial sistólica de 140 mmHg o más. La hipertensión arterial acompañada de enfermedad cardiovascular, enfermedad vascular cerebral, insuficiencia cardiaca y enfermedad renal crónica representa la segunda causa de muerte prevenible en los Estados Unidos, solo después del consumo de tabaco.
Etiología y prevalencia
Las causas exactas de la hipertensión arterial no se conocen con exactitud, pero hay varios factores y condiciones que pueden desempeñar un papel en su desarrollo: fumar, sobrepeso u obesidad, dieta alta en sal, diabetes, estrés, enfermedad renal, genética, antecedentes familiares, apnea del sueño, edad avanzada, demasiado consumo de alcohol. Conforme la población va envejeciendo, aumenta la prevalencia de la hipertensión (79% de los hombres y 85% de las mujeres mayores de 75 años la tiene) y, con ella, sus complicaciones.
Diagnostico
El diagnóstico se debe realizar en dos ocasiones o más, y con dos o más mediciones. La mitad de las personas con hipertensión arterial no tienen ningún síntoma; en otras ocasiones pueden tener dolor de cabeza, dificultad para respirar, mareo, dolor de pecho, palpitaciones, cambios en visión o debutar con síntomas neurológicos o ataque cerebrovascular.
Tratamiento
Hay opciones terapéuticas no farmacológicas que son efectivas para disminuir la presión arterial y que se recomiendan en personas con presión arterial elevada o con hipertensión estadio 1 y 2. Entre estas, figuran la disminución de peso en pacientes con sobrepeso u obesidad, dietas saludables como la dieta DASH, reducción de ingesta de sodio, aumentar la actividad física y moderar el consumo de alcohol.
Se debe iniciar manejo farmacológico a pacientes con evidencia clínica de enfermedad cardiovascular o con riesgo mayor al 10% de padecer enfermedad cardiovascular a 10 años con cifras de presión arterial sobre 130/80 mmHg o más, y en pacientes sin evidencia clínica de enfermedad cardiovascular o con riesgo bajo a partir de cifras de presión arterial mayores de 140/80 mmHg. Las opciones actuales de fármacos antihipertensivos son amplias. Las seis familias de fármacos que la Organización Mundial de la Salud y la Sociedad Internacional de Hipertensión consideran como la primera línea son:
- Diuréticos (tiazidas, diuréticos del asa de Henle, espironolactona y amilorida);
- Betabloqueadores betaadrenérgicos;
- Antagonistas de calcio;
- Inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina;
- Bloqueadores alfa; y
- Antagonistas de los receptores de la angiotensina II.
Comentario
La utilización de algún fármaco se debe establecer en función de diversos parámetros como: edad del paciente, grupo étnico, nivel de elevación de la presión arterial, condiciones existentes como –en especial– diabetes y enfermedad renal, presencia de embarazo, de enfermedad cardiovascular o un alto riesgo de desarrollarla y los otros medicamentos que se toma.