Piensa en VIH:
Importancia de solicitar las pruebas de laboratorio para detectar el virus
Muchos médicos podemos pensar que el VIH no es de nuestra incumbencia porque somos médicos generalistas, médicos primarios, porque estamos en otra especialidad o porque este es un problema para especialistas en VIH.Pero después de más de 30 años de haberse descubierto este virus, el mismo ya se ha vuelto de incumbencia de todos y cada uno de los galenos en general. Es nuestro deber estar a la vanguardia en el cuidado y la prevención de cada uno de nuestros pacientes y de las futuras generaciones. Según el CDC, cada 9 minutos se contagia una persona con VIH. Entonces, ¿qué estamos esperando para hacer la diferencia en el futuro de nuestros pacientes y de nuestro país?
El VIH no es curable, pero sí se puede prevenir. Así, de cada cuatro personas con VIH una no sabe que lo tiene, y si esa persona llega a nuestra consulta y no le ofrecemos la prueba para diagnosticar VIH, se seguirá alargando la cadena del contagio al no haberse enterado a tiempo del mal.
La prueba de VIH ya es una prueba de rutina, no una prueba selectiva para cierta población, porque ya todos entramos en esa “cierta población”. Solo por el mero hecho de estar vivos somos parte de la población en riesgo. En la actualidad, la prueba del VIH es sumamente sencilla. Hay pruebas rápidas que en 20 minutos dan el resultado, y las convencionales tardan de 1 a 2 días, dependiendo del laboratorio.
No debemos temer abordar a un paciente para indicarle la prueba de VIH. Simplemente debemos explicarle que es una prueba más de rutina, como la de VDRL para sífilis y los perfiles de hepatitis. De esta manera, nuestro paciente se sentirá confiado y esto inclusive puede abrirnos un nuevo espacio de comunicación con él.
Muchos pacientes desearían efectuarse la prueba de VIH pero, por temor al “qué dirán” o a lo que pueda pensar el médico, muchas veces no nos la solicitan. Así, al pedir nosotros la prueba les facilitamos a los pacientes el cuidado de su salud y hacemos crecer ese espacio de confianza y conversación que debe existir entre el médico y el paciente.
La única manera como se logrará hallar nuevos casos y prevenirlos es pensando en el VIH y considerando el VIH como una posibilidad latente. Si no se piensa en el VIH, no se descartará esa posibilidad. El paciente afectado suele debutar con diarreas y se le podrá hacer muchas pruebas, pero si no se le hace la de VIH y no se piensa en este virus, podrán pasar varios meses de incertidumbre y molestias hasta que finalmente surja una prueba positiva.
Así, el secreto de un futuro sin más contagio y con plena prevención requiere que TODOS nosotros, como cuidadores de la salud de nuestro pueblo, sospechemos en la posibilidad de VIH e indiquemos la prueba. De salir positiva, debemos contactar de inmediato al paciente con un centro o un médico que brinde tratamiento. De ser negativa, se debe empezar con el refuerzo positivo de la prevención.
De esta manera podremos tener un futuro sin más contagios o con contagios mínimos. Está en nosotros empezar a hacer la diferencia hacia un futuro sin VIH.