Psoriasis:
Enfermedad multisistémica
Introducción
Por siglos se ha considerado a la psoriasis como una enfermedad de la piel de causa desconocida. Desde la década de 1980, los avances en inmunología han descifrado el origen autoinflamatorio de esta enfermedad, ubicando su patogénesis dentro de los trastornos de inmunidad celular de linfocitos TH-17. Esto nos revela que la psoriasis puede estar relacionada con otras condiciones como la artropatía psoriática, la entesitis, el síndrome metabólico, los trastornos cardiovasculares, los desórdenes psiquiátricos, entre otras.
Relación con tratamiento inmunosupresor
Cuando se inició la era de los trasplantes del corazón, se observó una mejoría significativa en pacientes que además tenían psoriasis, al darles tratamientos inmunosupresores para evitar el rechazo. Años más tarde la ciclosporina pasá a ser parte de las opciones terapéuticas para pacientes con las variantes más severas de la enfermedad.
Esto dio lugar a investigaciones inmunológicas sobre psoriasis. Su complejo andamiaje de inmunidad celular, desde el reconocimiento antigénico en la fase aferente hasta la liberación de citoquinas en la fase eferente, da como resultado final el envío de la señal proliferativa (TNFα) hacia los queratinocitos que, a fin de cuentas, define el fenotipo de la enfermedad: la placa psoriática.
Estudios genéticos
Sabíamos que la psoriasis era hereditaria y de índole poligénico, lo que se confirmó con el Genome Wide Association Study y con el descubrimiento del genoma humano. Se identificaron 9 genotipos, PSORSI 1 al 9, con fenotipo semejante, pero con predisposiciones a otras complicaciones u otras enfermedades autoinmunes.
Enfermedades autoinmunes
Enfermedades autoninmunes que se relacionan con ciertos genotipos de psoriasis son la enfermedad de Crohn, el síndrome de Reiter y el lupus eritematoso sistémico. También algunos procesos infecciosos pueden desencadenar un ataque de psoriasis: las infecciones de amígdalas por estreptococos en niños o las infecciones gastrointestinales con salmonella o shigella asociadas al síndrome de Reiter. Recientemente se definió en adultos con psoriasis una relación con el síndrome metabólico en cerca del 50% de los afectados. Por esto, eventos cardiovasculares y cerebrovasculares son de 3 a 4 veces más frecuentes en pacientes con psoriasis. Esta predisposición comienza en la niñez, lo que apoya la teoría de que se trata de comorbilidades.
En pacientes con psoriasis, son frecuentes la artropatía y las entesitis (inflamación en ligamentos de inserción muscular). Su incidencia es cercana al 30%. Pueden incluir artropatía monoarticular, sacroiliitis, espondilitis anquilosante, pseudoartritis reumatoidea psoriática, entre otras. Esto parece indicar que el trastorno inmunológico de la psoriasis no es exclusivo a la piel, lo que puede ser confirmado por la respuesta terapéutica, a veces dramática, de ambas manifestaciones en pacientes tratados con bloqueadores de TNFα.
También, algunos trastornos psiquiátricos, como la depresión, la disfunción de las relaciones interpersonales en el trabajo o en la familia y el estigma que acarrea una enfermedad crónica nos deben mantener atentos a ayudar nuestros pacientes para evitar así crisis aún mayores. Debemos dar importancia a los grupos de apoyo (Sociedad Puertorriqueña de Ayuda a Pacientes con Psoriasis), así como a los servicios sociales y de salud mental.
Comentario
La psoriasis va mucho más allá de la piel. Estudios recientes revelan que los trastornos inmunológicos asociados pueden afectar otros sistemas en forma similar o como una comorbilidad asociada. La investigación continúa y ahora hay numerosas moléculas en estudio para ampliar las opciones terapéuticas de este mal.