TURISMO: RECETA DE VIAJE
Se termina el verano:
Pensando en una escapada para recargar energías
Ya se termina el verano, los chicos regresan a las escuelas, los mayores a las universidades y, nosotros, a la rutina. Es época de temperaturas más frescas, de días más cortos y del cambio de las hojas. También es época de unas merecidas vacaciones para todos aquellos que tuvieron a cargo el campamento de verano de sus hijos u otras actividades parecidas.
Puede ser buen momento para un fin de semana de recargo emocional y espiritual, de compartir en pareja o con amigos, ya sea en un spa, en la playa, en nuestra ciudad favorita, disfrutando del teatro, de museos o de una experiencia gastronómica.
Octubre, mi mes favorito. Es cuando ya pasó la época más fuerte de huracanes y cuando llegan los fines de semana largos y las temperaturas más agradables en todo el planeta, ya sea el otoño en el hemisferio norte, con sus cambios de hojas de colores vibrantes, rojos, amarillos y naranjas, o la primavera del hemisferio sur, con el renacer de la naturaleza, el perfume de las flores y el canto de los pájaros. Sea por un fin de semana largo o conectando una semana completa, podemos ir a Colombia y a sus distintas ciudades.
Colombia con sus lugares de encanto: Medellín y su eterna primavera, con una gastronomía que se experimenta con todos los sentidos, el olfato, los sabores y el tacto, una “experiencia alucinante”, como dicen muchos. Bogotá, con sus monumentos, museos, Monserrate y, sobre todo, la Catedral de Sal. Cartagena de Indias, con su ciudad amurallada y sus castillos. Otro San Felipe, pero este de Barajas, ciudad colonial con una gastronomía inspirada en el mar, con frutos del Caribe, perfecta para una escapada de fin de semana.
Santa Fe, ciudad de arte, de conciertos al aire libre y de turquesas y, por supuesto, con una gastronomía única, con sabores españoles, influencia francesa, toques mexicanos y años de tradiciones culinarias de los navajos, jicarillas y apaches. Una ciudad de adobe con una arquitectura que se confunde con la naturaleza; nada estorba al ambiente y parece que todo está conectado, el sol, la tierra y el agua.
Otoño, época del año de reencuentros, de vendimia y de recargar el cuerpo y el espíritu, ya sea disfrutando de un vino frente a una chimenea, o de un mágico atardecer frente al mar o en el desierto, llenándonos de energía para continuar con la rutina.
La mejor manera es dándonos una escapadita, ya sea de fin de semana o de semana de puente. Así que a seguir bajando las maletas y abriendo las gavetas de recuerdos, y a disfrutar de los días de otoño, a donde nos lleve nuestra necesidad de recarga.