Síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico relacionado con el COVID-19 (MIS-C);
Kawasaki like syndrome (KLD)
Tres meses después del comienzo de la pandemia de COVID-19, en los Estados Unidos se comenzaron a reportar casos en pacientes pediátricos, en principio muy pocos, de un síndrome que recordaba a la enfermedad de Kawasaki. Casi todos estos eventos fueron observados en la ciudad de Nueva York y en la zona de Long Island, aunque luego se extendieron a otras ciudades y algunos otros países.
Ya al momento de escribir este breve informe, existen reportes en el Reino Unido, Francia, España, Alemania, Holanda, Bélgica, Canadá, Chile e Italia entre otros. Solo en la ciudad de Bérgamo, al norte de Italia, se han reportado por lo menos 5 casos, todos en pacientes del sexo femenino.
La enfermedad de Kawasaki es una poco frecuente condición aguda febril de causa desconocida que usualmente afecta a infantes menores de 5 años. El síndrome fue descrito por el médico nipón Tomisaku Kawasaki en 1967 y el primer caso no japonés –el de un niño hawaiano– se describió en 1976. Luego, se ha reportado esporádicamente en muchos otros países.
El cuadro de esta enfermedad es conformado por fiebre alta o muy alta, rash cutáneo, inflamación de manos y pies, enrojecimiento de las conjuntivas (bloodshot eyes), linfadenopatías dolorosas, sobre todo en el cuello, lesiones de los labios, mucosas de la boca y garganta, dolor abdominal difuso, marcado cansancio y adinamia, diarreas y vómitos.
Se han reportado con cierta frecuencia inflamaciones, objetivadas por tomografías, en diferentes órganos como el corazón (incluso con lesiones de arterias coronarias, aneurismas incluidos), los riñones, los pulmones, el tubo digestivo y el cerebro. Todas estas manifestaciones pueden ceder al tratamiento (en la gran mayoría de casos ocurre así) o, por el contrario, llevar al shock y a la muerte.
Lo que creó cierta confusión al principio es que no todos los niños afectados (alrededor de la mitad de los casos) presentaban pruebas positivas de infección por el SARS-CoV-2. La explicación se hizo más clara cuando comenzaron a hacerse estudios de anticuerpos y se vio que muchos de estos niños sí habían tenido semanas antes, quizás sin síntomas de importancia, el COVID-19. Comenzó entonces a enfocarse este síndrome como una respuesta inmunológica inflamatoria postinfección por coronavirus.
Debe señalarse que la aparición de estos casos supera por un factor de 10 o más los eventos de síndrome de Kawasaki que hubieran aparecido de no haber una pandemia. El otro hecho es la aparición del síndrome en pacientes cuya edad está muy por encima de los 5 años, incluso hasta bien entrada la adolescencia.
El estudio de este síndrome, teniendo en cuenta el incremento brusco del número de casos, puede tener repercusiones importantes en la comprensión de los mecanismos inmunológicos postinfecciosos tardíos (o relativamente tardíos) y en el entendimiento de la propia enfermedad de Kawasaki.
El tratamiento de este síndrome corresponde a los médicos emergenciólogos y a los pediatras especialistas.