Técnicas de vanguardia en patología
La Patología ha evolucionado de ser una disciplina exclusivamente morfológica a una que utiliza técnicas de vanguardia.Tomemos por ejemplo, la citometría de flujo (FLOW Cytometry). Es el método que más se ha desarrollado en los últimos años para ayudar a los patólogos y hematólogos oncólogos. El citómetro de flujo es un tubo de poco calibre en el cual las células viajan hasta quedar alineadas unas detrás de otras, y son identificadas por un rayo láser. En el citómetro de flujo se introduce una muestra sanguínea o una muestra celular previamente tratada con marcadores fluorescentes. Los marcadores tienen la propiedad de adherirse a las proteínas que poseen las células. Es entonces cuando el citómetro de flujo detecta cuáles marcadores se adhieren a la célula y, de esta forma, se identifica qué tipo de condición padece el paciente.
Es recomendada para el diagnóstico de linfoma del tipo Non Hodgkin, leucemias y hemoglobinuria paroxística nocturna. No se recomienda para el diagnóstico de Linfoma de Hodgkin.
Otro ejemplo que demuestra cómo ha evolucionado la patología es la biopsia de aspiración por agua fina (FNA) guiada por sonografía. Es un procedimiento sencillo en el cual el patólogo aspira una muestra minúscula para ser vista en el microscopio. Con guía sonográfica el patólogo se asegura de que se aspire una muestra del área sospechosa.
Las biopsias más frecuentes se realizan en tiroides, mamas y nódulos linfáticos, aunque se pueden aspirar otras áreas anatómicas superficiales. La FNA resulta ser una técnica sumamente eficaz, por ser poco invasiva, rápida y de bajo costo.