Tratamiento de depresión en la edad avanzada:
Consideraciones farmacogenéticas
Aspectos estadísticos
La depresión afecta a decenas de millones de personas en el mundo todos los años y su tratamiento continúa siendo menos que óptimo. Mientras la población envejece, la prevalencia de la depresión en la edad avanzada aumenta y, esto a su vez representa grandes retos para el sistema de salud mental en el mundo occidental.
Al repasar la literatura relacionada con la prevalencia de depresión en la edad avanzada, encontramos que aunque la incidencia de depresión en los envejecientes no es diferente a la de los grupos de edades más jóvenes, la prevalencia es considerablemente más alta.
Características en la edad avanzada
Esto sugiere que la depresión en la edad avanzada se caracteriza sobre todo por la cronicidad. Hay consenso en que los pacientes envejecientes deprimidos tienen más probabilidad de obtener una puntuación baja en la prueba del estado mini-mental, sugiriendo un mayor impedimento cognitivo.
Aunque los pacientes envejecientes deprimidos pueden tener menos disturbios de personalidad premórbidos y son menos propensos a sufrir o a quejarse de síntomas cognitivo-afectivos, incluyendo disforia, sentimientos de minusvalía y culpa, no ha surgido un perfil de síntomas particulares y distintivo característico de la depresión en edad avanzada.
Por otro lado, hay muchas variables implicadas en la etiología de la depresión en edad avanzada, incluyendo factores asociados a la adversidad psicosocial, al aumento de la comorbilidad médica y a la vulnerabilidad genética.
La depresión de edad avanzada puede verse como un síndrome heterogéneo con respecto a la presentación clínica, al curso de la enfermedad y a la respuesta al tratamiento de acuerdo con la etiopatología identificada. Sin embargo, a pesar de su impacto significativo en la calidad de vida, la depresión permanece subdiagnosticada en los pacientes de edad avanzada.
Tratamiento y farmacogenética
Entre los pacientes diagnosticados, solo una minoría recibe cuidado adecuado. Aún más, hay evidencia sustancial que demuestra que el tratamiento de depresión de primera línea produce una respuesta inadecuada en un porcentaje mayor de pacientes envejecientes deprimidos en comparación con los más jóvenes. Al explorar esta respuesta inadecuada a los tratamientos de primera línea, varios factores entran en juego, siendo la farmacogenética de la depresión tardía un área de particular interés.
La farmacogenética investiga cómo los genes influencian la respuesta a los medicamentos, tanto en términos de eficacia y efectos adversos. La meta de este campo científico interdisciplinario es proveer una farmacoterapia a la medida basada en la composición genética del individuo. El advenimiento de las técnicas genómicas ha sentado las bases para la medicina personalizada en desórdenes neuropsiquiátricos, como es la depresión mayor. En los últimos años, se ha vuelto aparente que polimorfismos en varios genes que regulan la farmacocinética y la farmacodinámica pueden estar implicados en ambos, el curso del episodio depresivo y el resultado del tratamiento antidepresivo.
La investigación farmacogenética, hasta el momento, ha identificado varios blancos genéticos relacionados con la farmacodinámica (i.e. 5-HTTLPR, DAT1 y NET), a la farmacocinética (i.e. CYP2D6 y MDR1), al igual que genes pertenecientes a otros sistemas neurobiológicos (i.e. BDNF y AGTR1), que se reporta que regulan la respuesta antidepresiva en pacientes envejecientes.
Comentario
Aunque los resultados parecen ser prometedores, se considera imperativo un profundo análisis del factor edad en la farmacogenética de la respuesta antidepresiva a fin de poder dilucidar el significado clínico de estos hallazgos.
Referencias
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